Escribe Josep Bosch, presidente de AD Parts, en Autopos con motivo del décimo aniversario de la revista: «No me gusta que se guarden los agravios recibidos y a pesar del tiempo transcurrido se retornen con intereses, aunque sean de buena pluma, cuando la ocasión se presenta». Alude concretamente a uno de los últimos «blog de notas» escritos por Miguel Ángel Prieto en este sitio web, sobre su curioso encuentro en Bruselas, precisamente en un acto internacional de AD, con Carlos Sanrigoberto, director general de Grupo Schaeffler en España.
Y es que ese artículo había tirado por tierra las gestiones bienintencionadas de Bosch de acercar posturas entre ambas partes. Pero lo que no sabía Josep Bosch es que Carlos Sanrigoberto está considerado como persona non grata en MVPress (el único directivo de este sector distinguido con ese honor), ya que los «agravios recibidos» mostraron su peor cara, la misma que, curiosamente ahora, están descubriendo algunos colegas de los que la dieron por él cuando Autopos expresó su opinión sobre su forma de actuar.
La cuestión es que es difícil mantenerse al margen cuando son numerosos los ejemplos que demuestran que su manera de proceder no es en muchas ocasiones precisamente ejemplar. El último, su aparición pública como empresario taurino. Algo perfectamente admisible si se tratara de un fabricante o distribuidor de recambios propietarios de su empresa (es muy importante el matiz), pero inaceptable cuando uno cobra de terceros por ejercer una alta responsabilidad. De hecho, son muchas las multinacionales que impiden explícitamente desarrollar otra actividad económica a sus directivos.
En el Grupo Schaeffler deberían cuidar mejor estos detalles: no dan buena imagen.