Según la patronal española de recambistas, la asociación de talleres balear estaría realizando “recomendaciones a sus asociados que afectan a aspectos relevantes de la actividad comercial, alterando el normal funcionamiento del mercado”, es decir, le acusa de promover entre los talleres de la asociación que no compren a determinados recambistas, en represalia por vender a negocios ilegales, lo que sería una práctica contra la libre competencia promovida desde una asociación representativa de los talleres.
En su comunicado, Ancera además decía que después de hablar con el presidente de ASEMA, y “ante la negativa de éste a reconsiderar otras prácticas”, se había visto obligada “a presentar una denuncia ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC)”.
Pues bien, había que conocer qué tenía que decir la asociación de talleres balear, y con su presidente Joan Crespí se ponía en contacto autopos.es: “Lo único que hacemos es atender las demandas de nuestros asociados dentro de la legalidad. No veo dónde está lo malo. Nosotros hemos llegado a unos convenios de colaboración con determinados recambistas y nuestros talleres asociados, por formar parte de la patronal, pueden beneficiarse de unas mejores condiciones comerciales con ellos”.
Nada que le pareciera que pudiera justificar la denuncia por parte de Ancera: “Nosotros no les decimos a quién deben comprar”, asegurando haber consultado cada movimiento con el abogado de la asociación. Pero incluso iba más allá: “La naturaleza de una asociación está muy clara: es una entidad en la que las empresas se unen para hacer fuerza”, lo que entiende que le legitima para alcanzar acuerdos comerciales con unos en perjuicio de otros. Es su manera de ‘hacer fuerza’ para acabar con los talleres ilegales en la zona.
Además no esconde las motivaciones: “Hay recambistas que están por el taller y otros que no, que están vendiendo en mostrador con el mismo descuento que a los talleres y a veces incluso con servicio de reparto a sus domicilios… Me parece perfecto, cada empresa tiene su política, pero luego el taller también tiene la capacidad de decidir a quién comprar. Y la gente no es tonta, al final esto les iba a explotar en la cara. Hay talleres que están ya muy enfadados. Por eso hemos llegado a acuerdos con los que cumplían con lo que nosotros demandamos”.
Aunque insiste, convencido de que no hay nada por lo que deban preocuparse, en que “luego cada taller es libre de comprar donde quiera. Nosotros no orientamos su decisión”.
“Lo del boicot es una mentira como una casa”
Lo que desde ASEMA niegan rotundamente es que se esté haciendo un boicot al resto de recambistas, como afirmaba Ancera en su comunicado: “Es una mentira como una casa”.
Para Joan Crespí todo parte del socio de AD en Baleares: “Josep Bosch, gerente de Bosch & Lozano, estuvo hablando con nosotros cuando empezamos con esta iniciativa. Al principio dijo que le parecía muy bien, pero al decirle que no reunía las condiciones para que pudiéramos llegar a un acuerdo nos amenazó. Y cuando vi que en el comité de Ancera estaba representado AD…”. Y concluía: “Cada cual debe mirar por el bien de su negocio… Y aún no tenemos constancia de que Ancera haya interpuesto esta denuncia, pero ojalá sea así”.
Señor de Ancera están bien sus comentarios, pero a ver si aplican los mismos artículos para sus socios y no nos digan a los fabricantes cómo dirigir nuestros negocios y mucho menos a quién tenemos que vender.
Presidente de Ancera, seguro que tienes buenas intenciones.
Con la propia declaración está dicho todo. No es bueno señalar a nadie porque ningún distribuidor de las Islas Baleares está de acuerdo en que le digan como tiene que dirigir su negocio y mucho menos a quién y cómo tiene que vender.
Insistimos en que lo natural es hacer una consulta a expertos en Competencia porque seguro que el Presidente de ASEMA tiene buenas intenciones.