El nuevo presidente de Audi, Bram Schot, que sustituye a Rupert Stadle, encarcelado por el caso dieselgate, es de los que no creen en la llegada inminente del coche eléctrico. “Estoy seguro de que llegará, pero está todavía muy lejos. Y no lo digo sólo yo, lo decía recientemente en una entrevista John Krafcik, el CEO de Waymo, que invierte decenas de miles de millones de dólares en el desarrollo del coche autónomo”. Tal y como recoge elmundo.es.
Aunque han optado por el desarrollo de un coche 100% eléctrico, no es la única opción que contemplan… “Trabajamos también en la pila de hidrógeno. Estamos siguiendo lo que hacen los coreanos de Hyundai y Kia, que ya están entregando coches de este tipo. No es una tecnología fácil pero existe y es asequible. Creo que la industria no ha hecho todavía el esfuerzo necesario para su desarrollo”, explica el nuevo presidente de Audi.
Cuatro pilares de Audi
Schot tiene como objetivo, según la misma fuente, la electrificación: convertir a Audi en un fabricante verde. En segundo lugar, conseguir el coche autónomo: ”es una tecnología que debería ofrecerse como equipamiento estándar, pero que no sabemos cuánta gente la va a querer. ¿Un 5%, un 10%, un 15%? Va a necesitar de miles de millones de inversión y la tenemos que desarrollar y armonizar con la demanda”.
En tercer lugar, la economía compartida. “La nueva movilidad va a ser más cara. No hay más ver las inversiones necesarias para que los nuevos motores diésel puedan pasar las nuevas normas sobre emisiones. O los coches electrificados, que también van a ser más caros. ¿Cuál va a ser la alternativa? ¿Coches pequeños? ¿Marcas más baratas? Es posible que la respuesta pase por una movilidad compartida”. Y, finalmente, la digitalización. “Estos son los cuatro pilares en que debe reposar la actividad de la empresa”, concluye.