Parece que el Ayuntamiento de Madrid ha escuchado a las múltiples voces que dentro del sector de la automoción piden con urgencia la renovación del parque como parte de las medidas necesarias para la disminución de las emisiones, y ha incluido a los coches de gasolina y diésel dentro de la tercera convocatoria de las ayudas Cambia 360 para la renovación de vehículos particulares que acaba de lanzar.
Las ayudas, que estarán disponibles entre el 24 de marzo y el 8 de mayo, están destinadas a la adquisición de vehículos con etiquetas CERO emisiones -ya sean eléctricos puros o híbridos enchufables-, vehículos con etiqueta ECO y también con etiqueta C.
Así serán las ayudas
Si se adquiere un vehículo nuevo CERO emisiones -eléctricos puros o híbridos enchufables-, se podrá recibir 6.000 euros, esta cantidad se incrementaría en 2.500 euros adicionales (8.500 euros en total), si además se achatarra el vehículo anterior siempre y cuando no cuente con distintivo ambiental -motor de gasolina matriculado antes del año 2.000 o motor diésel matriculado antes del 2.006-.
Para los vehículos con etiqueta ambiental ECO, es decir, híbridos, microhíbridos y de gas, la ayuda alcanza los 3.000 euros -5.500 si se achatarra un vehículo sin distintivo ambiental-. En el caso de vehículos con etiqueta C, la ayuda asciende a los 2.500 euros, siempre y cuando se achatarre un vehículo sin distintivo ambiental.
Adicionalmente, estas ayudas se pueden incrementar un 10% para casos especiales como ser familia numerosa o tener discapacidad con movilidad reducida -si es que se adquiere un vehículo adaptado-.
Llama la atención que de los catorce millones de euros en ayudas, el Ayuntamiento haya decidido destinar más de la mitad -seis millones- para la compra de vehículos con etiqueta ECO. Del resto de recursos, 3,5 millones serán para la adquisición de vehículos CERO emisiones, 500.000 euros para vehículos con clasificación ambiental C, y cuatro millones de euros se han utilizado de crédito para una posible ampliación del plan.
Este plan llega para apalancar el objetivo del Ayuntamiento de convertir a Madrid en una capital de la movilidad sostenible, y lograr que la práctica totalidad del parque circulante de la ciudad esté formado por tecnologías de bajas o de nulas emisiones para enero de 2025, momento a partir del cual la actual restricción de vehículos sin distintivo ambiental se ampliará de la zona de bajas emisiones a todo el municipio.