“No tengo ningún comentario que hacer”. Así de rotundo se muestra Blas Vives respecto a la polvareda que han levantado sus declaraciones del pasado viernes en el diario El Economista.
“Lo dicho, dicho está; aunque incorrectamente transcrito y sesgado, eso sí”, ha lamentado el secretario general de Faconauto, visiblemente molesto con el asunto y firme en su postura de no hablar, al menos por el momento, del mismo: “No tengo nada que comentar porque mis palabras no han sido correctamente redactadas y además se recortó y publicó incompleto algún argumento, de modo que en conjunto lo publicado no refleja fielmente lo que dije”.
Raúl Morales, jefe de Prensa de Faconauto, confirma que en la federación se estudió emitir un comunicado aclarando el asunto, pero se decidió no hacerlo para no avivar una polémica estéril con una sucesión de declaraciones y, sobre todo, porque existen en este momento problemas mucho más importantes como por ejemplo “recuperar de las administraciones el dinero adelantado por los concesionarios a cuenta de las ayudas comprometidas”.
En cualquier caso, aunque sobre la cuestión no ha habido ni habrá declaración oficial de Faconauto (“lo que Faconauto tenga que aclarar con las asociaciones que forman parte del Foro del Sector de la Reparación lo aclarará puertas adentro”), el jefe de Prensa de la federación de concesionarios valora que “alguien de la prensa especializada, en la que el asunto ha tenido notable repercusión, haya llamado a Faconauto para conocer su versión”.
