El gigante de componentes alemán Bosch cerró 2018 con un beneficio tras impuestos de 3.574 millones de euros, un incremento del 8,5%. Asimismo, logró unos ingresos de 78.465 millones de euros (un 2,2% más que los 76.800 millones del curso anterior).
El beneficio operativo (EBIT) se cerró en 5.502 millones, un 0,2% más, haciendo que incrementara también el margen en relación a las ventas, que llegó al 7%, 0,2 puntos porcentuales más de lo registrado en 2017.
A su vez, uno de los pilares de Bosch, la inversión en I+D, supuso 7.300 millones, un 9,3% de la facturación del grupo, según se hace eco Europa Press.
Hoy por hoy, el área enfocada a automoción Mobility Solutions continúa siendo la mayor fuente de ingresos para la compañía, con un aumento del 3,5% hasta los 47.600 millones, lo que supone un 60,6% de la facturación.
Para Bosch, Europa es todavía el mercado de mayor tamaño, con ingresos de 41.400 millones (+3,3%). Le siguen Asia-Pacífico, estabilizando su posición con una facturación de 23.400 millones (+0,7%), y Norteamérica, con un ligero incremento del 2,7% (12.300 millones).
Objetivo: descarbonización completa
Por otro lado, el presidente del consejo de administración de Bosch, Volkmar Denner, anunció que el fabricante de componentes será, a partir de 2020, la primera empresa industrial en conseguir la neutralidad de carbono.
¿Cómo quieren conseguir este objetivo? Pretenden usar más energías renovables en su suministro, tanto propias como contratadas, mejorar la eficiencia de sus plantas y compensar aquellas que sean inevitables, en sus 400 plantas de producción alrededor del planeta. En total, el ahorro supondrá que 3,3 millones de toneladas de CO2 sean liberadas a la atmósfera en 2020.
Inversión en electromovilidad
Además, Bosch está invirtiendo en movilidad limpia, exhibiendo motores de hidrógeno, eléctricos y un propulsor diésel que emite 13 miligramos de NOx por kilómetro. La pretensión de la compañía, aseguran, es alcanzar los 5.000 millones de euros en ventas en electromovilidad, diez veces más que en 2018.
Las soluciones de tratado de gases de escape y sensores supusieron ventas globales de 2.300 millones de euros, una cifra que prevén que alcance los 3.000 millones en 2025.
Inversión en automatización
A su vez, Bosch también está implementando soluciones de inteligencia artificial para la gestión del tráfico en varios proyectos municipales, en un intento de evitar atascos.
La compañía ha subrayado que en dos años ha duplicado el número de ingenieros en la empresa dedicados a la conducción automatizada, dentro de un plan que prevé la inversión de unos 4.000 millones hasta 2022.
De este modo, Bosch estima aumentar sus ingresos este mismo año en sistemas de asistencia al conductor en casi un 15%, con un 20% más de ventas de sensores de radas y un 30% de las de vídeo.