Casas inteligentes, coches autónomos…esa imagen que aparecía en las películas futuristas de hace un par de años está cada vez más presente en nuestras vidas, y el gigante Bosch se postula como una de las compañía pioneras en este campo. Tal es así que ya está suministrando su tecnología’ conectada’ más innovadora a los principales fabricantes de automóviles del mercado.
Tras la introducción de mano de Frank Seidel, presidente del Grupo Bosch para España y Portugal, en la que hizo un repaso a las cifras alcanzadas por la compañía en nuestro país en el año fiscal de 2015: 2.100 millones de euros en ventas, lo que supone un crecimiento del 12% en comparación con el año precedente, Ricardo Olalla, vicepresidente de ventas para España y Portugal en Mobility Solutions, ( área que registró un importante crecimiento en España en 2015 debido al incremento de la producción de vehículos en nuestro país y a la recuperación de las reparaciones) se centró en el área de la conectividad en movilidad, destacando el trabajo realizado para “traer el mundo conectado al vehículo de una manera segura y fiable”.
En esta línea, Olalla destacó el desarrollo de diferentes dispositivos o sistemas del denominado IoT: ‘Internet of things’ (o el internet de las cosas) en los que están trabajando intensamente, las denominadas 3S: sensores, software y servicio, donde se enmarcan los innovadores sistemas de asistencia al conductor basados en cámaras y radares, que se utilizan, por ejemplo, en soluciones como el sistema e-call (obligatorio en todos los vehículos a partir de marzo del 2018), el ‘smart parking’ para facilitar la búsqueda de aparcamiento en la calle a través de mapas digitales que se procesan en la ‘nube’ de Bosch. O el desarrollo de pantallas táctiles, reconocimiento de voz, gestos…todo ello de cara a conseguir, en un futuro no muy lejano, un coche totalmente conectado. “Jugaremos un papel clave en la conectividad del vehículo” aseguran desde la compañía.
Pero toda esta evolución en el campo de la conectividad crea una gran inquietud en torno a toda la información y datos que se generan, y el consecuente conflicto con la privacidad de los mismos. Y por ello el fabricante alemán ha desarrollado la ‘nube de bosch’, que a partir del año que viene estará disponible para soluciones de otras empresas, “donde los clientes tendrán la primera y última palabra sobre la información que generen”.
Un coche conectado, una casa conectada, una fábrica conectada (lo que denominan la industria 4.0), en definitiva, una ‘vida conectada’ solo es factible si se dedica un gran esfuerzo en investigación y desarrollo tal y como Bosch asegura estar haciendo con 83 millones de euros dedicados a tal fin en 2015 en nuestro país, “reafirmando la importancia tanto del mercado español como el compromiso de Bosch con España”.