La comisión europea ha planteado implantar nuevas medidas de seguridad, entre las que se encuentra una caja negra que permita registrar los motivos de un accidente y las circunstancias minutos antes del mismo. El objetivo es que a partir del 2021, los vehículos de nueva fabricación y comercialización lleven consigo este sistema.
Acea ve con buenos ojos esta iniciativa, no obstante, ven como inconveniente un problema en la infraestructura. Erik Joannert, secretario general, aseguró que “las señales de tráfico no están armonizadas en toda Europa y la información sobre los límites de velocidad no son del todo fiables”, y es que las cajas negras necesitarían recopilar toda la información de unas cámaras de reconocimiento de señales de tráfico y de las bases de datos de límite de velocidad vinculadas con el GPS.
Algunos de los elementos de seguridad a los que se refiere la comisión europea son el sistema de frenado automático, detector de somnolencia, el bloqueo del volante con alcoholímetro, señalización de frenada de emergencia entre otros. Y aunque algunos de ellos ya están presentes en modelos de vehículos de última generación, estos avances necesitarían de un perfeccionamiento de la estrategia integrada de seguridad vial entre 2020 y 2030, aseguró Joannert si se quieren reducir a la mitad los accidentes de tráfico.