Para volver a entrar, Besolí exigió a la patronal nacional el cumplimiento de algunos puntos del programa que presentaba Barcelona a las elecciones, especialmente el que tiene que ver con la austeridad y, sobre todo, con que Barcelona vuelva a pagar la cutoa que le corresponde. «Durante años, al tener la presidencia, el gremio de Barcelona pagaba una cuota más elevada de lo que le correspondía para cuadrar el presupuesto, pero lo hacía voluntariamente. Ahora solo queremos que todas las asociaciones provinciales, no solo la de Barcelona, paguen según el criterio que se aplica para calcular las cuotas, en función del número de talleres asociados a cada una».
“No queremos una vicepresidencia”, asegura Besolí, “pero aceptamos estar en la Junta de Cetraa siempre que se asuma una estricta política de reducción de gastos”. Entre las medidas sugeridas por el máximo representante de Fecatra se encontraba la optimización -o eliminación- de gastos de representación: “Se realizan demasiados desplazamientos”, comenta, “para reuniones que hoy en día se pueden solucionar fácilmente por videoconferencia”.