En palabras del especialista en iluminación Tungsram, su lámpara de inspección LED es “una de las herramientas más esenciales para realizar cualquier reparación sin preocupaciones”.
Aunque sea de un tamaño reducido ofrece una ayuda importante y práctica al taller ya sea para trabajos precisos o cuando se necesite buscar en el compartimento del motor una llave de 10 mm porque se ha caído. “Disponer una luz potente es fundamental”, señalan desde la compañía.
Y es que disponer de bombillas que cuelgan con un cable extensivo en algún lugar del taller está muy desactualizado, ya que, según Tungsram, “las nuevas lámparas de montaje se pueden colocar magnéticamente en la carrocería del automóvil con una salida de hasta 1.000 lúmenes, lo que ayuda al profesional de la reparación a diagnosticar y reparar con precisión cualquier problema de un vehículo”.
Las lámparas de inspección LED de Tungsram son herramientas “muy resistentes y de alta calidad”, por lo que son idóneas para que los técnicos profesionales las utilicen en sus talleres, allí donde se necesita iluminación adicional y “con un brillo excepcional”.
Estas lámparas, con la ventaja que da el ‘manos libres’, incorporan anclajes e imanes para facilitar su uso. Se presentan en dos tamaños y están equipadas con una batería de litio recargable de larga duración.
La lámpara de mayor tamaño puede proporcionar 1.000 lúmenes de luz durante un periodo de hasta tres horas y a una temperatura de color de 6.000 Kelvin. Se puede cargar a través de USB o en su estación de acoplamiento utilizando el adaptador AC/DC incluido en el embalaje.
La versión de bolsillo proporciona una salida de hasta 240 lúmenes a 5.700 Kelvin, con un tiempo de funcionamiento máximo de 7 horas y se puede cargar con un cable USB.
Por su parte, el último lanzamiento de la lámpara de inspección LED flexible de Tungsram ofrece, aseguran, “aún más comodidad y eficiencia” mientras se trabaja en áreas de difícil acceso ya que la luz se puede controlar y apuntar con mayor precisión al área de trabajo. También tiene una salida de 500 lúmenes con una temperatura de color de 5.700 Kelvin que proporciona a los profesionales “una luz brillante hasta 9 horas”.
Asimismo, las lámparas de inspección tienen una carcasa con nivel de protección de ingreso IP66, la lámpara flexible tiene IP54, siendo también resistente al polvo y la humedad.
Por último, el especialista en iluminación afirma que sus lámparas se pueden usar en un amplio rango de temperatura entre -10 y +40 grados, y “son una buena opción cuando se requiere un área de trabajo brillante con una iluminación potente para trabajos de reparación profesionales”.