La pasada semana Cetraa aclaraba los motivos por los que paralizaron las negociaciones de su unión con Conepa, dejando en el tejado de esta el siguiente paso a seguir para no romper con el proceso de fusión entre ambas. Y como era de esperar, Conepa ha respondido.
Y lo ha hecho echando piedras sobre el tejado de Cetraa. Por un lado, ha afirmado que “siguen a la espera” de que Cetraa responda a su propuesta del pasado 17 de abril para que presidentes y equipos negociadores del proceso de fusión de ambas patronales se reunieran “para aclarar malentendidos de los acontecimientos que han provocado la crisis que hoy sigue latente”, aquellos relacionados con la propuesta laboral de Víctor Rivera, secretario general de Conepa, a Ana Ávila. Un hecho que desde Cetraa consideraron una traición, tal y como hacían saber en su comunicado de la semana pasada.
Pero Conepa cuenta una versión diferente. Según indican ahora, la propuesta laboral de Conepa a Ávila ya era algo que Cetraa sabía desde antes del 27 de marzo, cuando el Comité Corporativo acordó el organigrama de funcionamiento y el reparto de funciones de la nueva asociación: “Dos negociadores de Cetraa conocían el proyecto de oferta de trabajo de Asetra a Ana Ávila, supeditada a la aprobación del presidente de CETRAA. El tercer negociador es informado por sus compañeros ese mismo día”. Y continúa Conepa señalando a los negociadores de Cetraa como los responsables en el caso de que Fontán no conociera la situación: “Desde Conepa desconocemos en qué plazos y con qué profundidad los negociadores de Cetraa informan a su presidente”.
Malentendidos…
En su comunicado enviado la semana pasada, Cetraa incidió en la idea de que todas las decisiones que se toman en la patronal se toman de manera conjunta, sin que la opinión de unos impere sobre las de los otros. Por este motivo además propusieron a Conepa celebrar una Asamblea General con los máximos responsables nacionales y provinciales que quisieran acudir para aclarar “los posibles malentendidos surgidos a partir de informaciones no oficiales”, recibiendo la negativa de Conepa.
Ante estas aclaraciones, Conepa ha aclarado las razones por las que esa fue su respuesta: en primer lugar, por considerar que con aquella Asamblea se “silenciaba a los miembros implicados de los equipos negociadores impidiendo contrastar la información de primera mano”, y en segundo, y por considerarlo un “formato ineficiente que no responde a las expectativas del sector y que no es adecuado, democrático, transparente ni bueno para el taller”.
Para Conepa es importante “aclarar de forma discreta los malentendidos que se hayan podido producir” para responder a las expectativas del sector y para Cetraa es importante, además, que cambien las personas del Comité Corporativo que negocie la fusión, mirando especialmente a Rivera, en quien Cetraa apenas confía ya.
