La red llevaba operando desde el año 2011 y desde entonces había logrado colocar alrededor de 1.500 de estas fichas de ITV. Ya han sido detenidas cerca de cincuenta personas, entre los que hay seis empleados de talleres y concesionarios.
Se llegaron a pagar entre 100 y 200 euros por una de estas fichas de ITV falsas, que además iban acompañadas de su pegatina correspondiente. La investigación arrancó en el momento en que, algunas zonas de Cataluña, se detectó un aumento significativo del número de vehículos que circulaban con documentación de ITV falsificada (miembros de la Policía Local de Blanes y Tordera informaron de este aumento significativo a los Mossos d’Esquadra; lo mismo que en Viladecans, Argentona y Barcelona. De hecho, solo en la Ciudad Condal, durante el 2011, se detectaron más de 115 de estas documentaciones falsas).