Cultura del esfuerzo, la enseñanza, la sanidad, la cultura…
El encabezamiento me ha disparado la hormona cerebral al oír y leer este verano muchas noticias con actitudes que creo (es subjetivo) demuestran que todas las personas tienen muchas carencias, sea cual sea su quehacer y tengan poder político, económico, empresarial, ejecutivo o sean empleados de cualquier sector.
Para cambiar la mentalidad productiva y ahorradora tienen que pasar varias generaciones y esto ahora está más claro que nunca, por lo que recuerdo tras 60 años de labor. Lo que desea la juventud actual hasta digamos los 25 años es ser famoso. Siempre habrá agradables excepciones pero la gran mayoría de jóvenes piensan en Gasol, Nadal, Messi, Alonso, etc. Y cambiar esto en la escuela apoyada por la familia (no lo contrario) es pesado y difícil, pero hay que golpear la roca hasta que se vaya rompiendo a trocitos. No hace falta la pólvora.
He podido comprobar in situ que chicos de 16 años (antiguos aprendices) solo con primaria han empezado a trabajar porque estudiar no les gustaba o no querían. Se cambiaban de sector (aquí en Castellón al azulejo y la construcción principalmente) y a los tres meses iban de visita al anterior trabajo con una moto de baja cilindrada con escape modificado y tuneado con la que se paseaban por delante de los empleados que mantenían su idea de futuro. Ahora se acabó la fiesta, crecen los problemas por las deudas e ingresan en la larga lista del paro.
Estoy convencido de que hemos de hacer todos autocrítica y ponernos a trabajar (palabra maldita que ya nadie pronuncia en la provincia). No se trata de limpiar sino de no ensuciar, cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa. Señores de los cuatro poderes den ejemplo.
Martirián Martín es presidente de Astrauto.
