Por ejemplo, cuesta entender la intervención de cada uno de los responsables de departamento (red de talleres, márketing, informática) extendiéndose en asuntos con el justo interés para la audiencia, cuando perfectamente podían ser defendidos por el director general en su intervención solo con los aspectos más novedosos o sustanciales de cada área.
Pero volvamos a la realidad. Y la realidad es que 163 ‘congresistas’ procedentes de muy distintos puntos de España (además de los ‘socios franceses’ de S’Energie) se han reunido en Las Palmas de Gran Canaria para un poco más de lo mismo. En un marco adecuado, sí, organizado con empeño, sí, pero más de lo mismo. Con sus aspectos positivos, relacionales fundamentalmente, y con sus aspectos negativos, ligados a la inconsistencia de su contenido.
«El congreso nos tiene que servir para aprender algo», ha dicho Carmelo Pinto, director general del grupo. Y eso es lo que falla. Como ha comentado Agustín García, presidente de Serca, en su intervención de apertura, «debemos exigir que se hagan más cosas y mejor hechas que nunca». Pues ese es el camino.