Para el gas R134a (el nuevo refrigerante R1234yf está exento) el importe que repercutirán los distribuidores a los talleres será de 8,58 euros por kilo (tasa que se incrementará a 17,16 euros en 2015 y a 26 euros a partir de 2016). Es uno de los aspectos que más preocupa a la patronal, ya que podría hacer que el precio de este producto subiese hasta en un 400%.
Aunque no es el único. A esto hay que añadir todos los trámites administrativos que deben realizar los recambistas que quieran seguir vendiendo este producto (por no hablar de que también deben comprobar que los profesionales del taller al que se lo venden tienen la correspondiente acreditación de Manipulación de Gases Fluorados).
“Esta medida podría dar lugar a la negativa por parte de algunos distribuidores para suministrar este producto”, señala una Ancera que ya ha dado los primeros pasos para “proponer una implantación escalonada de dicho impuesto en tres años”.