Unos resultados que van en consonancia con la petición de Juan Antonio Sánchez Torres, presidente de Ganvam, hace unos días: “Los planes de incentivos deben extenderse también a los vehículos de hasta tres años”, de esta manera subirían las ventas de los usados más ‘jóvenes’ y se reduciría la edad del parque, que está hoy en España por encima de los nueve años de media.
Las cifras de récord (un año más desde que comenzase la crisis) de los usados, que terminarán subiendo casi un 6,5% en 2013 (alcanzando el 1.680.000 unidades vendidas), contrastan con las de los vehículos nuevos (que no superarán las 720.000). Aunque el impulso de los ya agotados planes PIVE y PIMA Aire ha permitido corregir al alza la previsión de cierre e incluso invertir la tendencia (+3%), lo cierto es que las matriculaciones acumulan un retroceso de más del 55% desde el inicio de la crisis.
Las dificultades económicas y de crédito han convertido al usado en una solución de movilidad casi sin quererlo. Ahora bien, precisamente esta falta de financiación ha disparado las ventas de vehículos mileuristas; modelos que, por su antigüedad y elevado kilometraje, pueden pagarse al contado, representando ya casi la mitad del mercado (49%).
Una media de 7 años para 2016
Es el objetivo de la DGT, con el que están plenamente implicados en Ganvam. La patronal aboga por extender los planes de estímulo a la compra hasta que la recuperación económica sea evidente, dando entrada a los vehículos usados de hasta cinco años y resucitando el espíritu de los primeros planes de ayudas como el Prever que, una vez extinguido, mantuvo un año más la ayuda al usado.
“En un momento en el que estos coches son la primera opción de compra para muchos españoles por una cuestión de dinero, incentivarlos ayudaría a vencer las dificultades de financiación y las reticencias al cambio de coche, contribuyendo a retirar de nuestras carreteras vehículos que muchas veces son auténtica chatarra”, concluye Sánchez Torres.