¿Qué se ha encontrado al llegar a Delphi?
Es una compañía que cotiza en bolsa y eso influye en que la toma de decisiones sea muy rápida y los planes estratégicos siempre a medio plazo. Es una empresa dinámica, con un ‘tempo’ muy rápido, en la que puedes ser muy proactivo. Tuve la suerte de crear además un equipo propio de trabajo con gente muy comprometida. No somos muchos, pero la implicación de todos permite estar llevando a cabo muchas acciones. Además Delphi es una empresa con una gran oferta de productos: somos muy conocidos en diésel, pero también contamos con una presencia muy fuerte en productos de gestión de motor (EGR, centralitas, bobinas…), frenos, lubricantes, suspensión y dirección, filtros, termal…
¿Su prioridad?
El punto de referencia siempre debe ser el cliente. En las multinacionales hablamos muchas veces de ello, pero no siempre se cumple. Es complicado porque también tenemos que mirar mucho a la matriz; pero se trata de complementar lo que de allí viene dado con lo que nuestros clientes necesitan. Hay que mirar siempre horizontal y verticalmente, sin olvidar nunca que el enfoque en el cliente es lo primero.
Otra mujer al frente de un gran fabricante. Se siguen rompiendo moldes…
Cada vez hay más diversidad. Y no sólo en cuanto a sexos. Hay más aperturismo. En el mundo de la automoción es verdad que cada vez hay más mujeres en puestos de responsabilidad y creo que es positivo porque con ello se genera genera una diversidad que enriquece. Diferentes puntos de vista, diferentes modos de abordar un mismo tema…
Aún sin embargo no hay demasiadas directoras generales…
Cierto. Cuando me reúno con mis compañeros en las reuniones de Sernauto hay pocas mujeres, por ejemplo (se ríe). Pero creo que en general se ha conseguido esa igualdad de la que tanto se ha hablado y por la que tanto se ha luchado. Somos muy bien acogidas y respetadas. Yo al menos así me siento tanto dentro de mi empresa como en el sector.
¿Qué les demandan sus clientes?
Más actividad en márketing. Estamos ahora desarrollando muchas campañas tanto globales como personalizadas con los clientes. En este sentido hemos diseñado por ejemplo una aplicación que recoge toda la información de nuestros productos tratando de hacerla más accesible. También nos piden formación, para ellos (los distribuidores) y para sus clientes. Formaciones a medida que están teniendo muy buena acogida. Y servicio, el nivel de suministro que se demanda en España es brutal.
¿?
Cada vez nos piden más entregas diarias. Nosotros no tenemos almacén en España, pero los clientes que trabajan con nosotros están acostumbrados a nuestra manera de operar. Actualmente nuestro almacén está en Inglaterra. Los distribuidores hasta ahora podían hacer sus pedidos una vez por semana; ahora, para el mercado de posventa, hemos ampliado con un día más. Contamos además con un servicio urgente de 24 horas para tratar de agilizar el proceso cuando sea necesario. Un nivel de suministro más que suficiente para una distribución fuerte, en mayúsculas, que explote su condición de mayorista.
¿Qué está siendo lo más complicado?
Quizá ser capaces de ofrecer productos con unos altos estándares de calidad a precios realmente muy competitivos, con el mejor servicio posible, acompañando al producto de formación, información, campañas de márketing… Digamos que ese mix tiene su complejidad. Pero es que el nuestro en sí mismo es un mercado muy complejo. A mis compañeros extranjeros les sorprende mucho cuando les cuento cómo es el funcionamiento de nuestro mercado. Les resulta increíble que un distribuidor visite catorce o quince veces a un taller cada día o que los reparadores puedan trabajar con cinco o seis proveedores diferentes.
¿Cómo valoran ellos nuestro mercado?
Tenemos buena imagen. El prototipo español de los toros y el flamenco ya pasó a la historia. España tiene prestigio porque lo hemos demostrado. Somos proactivos y flexibles; y eso no es sencillo.
¿Está pasando el diésel por un momento de incertidumbre?
Con el dieselgate ha habido mucha desinformación. No ha sido un problema de la tecnología diésel, que además resulta mucho menos contaminante que la gasolina. El diésel no va a desaparecer; su presencia sigue creciendo en todo el mundo. Nosotros seguimos apostando fuerte por esta tecnología. Muestra de ello es que, para adaptarnos a la actual exigencia del mercado, contamos ahora con tres diferentes gamas de recambio: el nuevo y el reparado, que ya teníamos, y el remanufacturado, que hemos incorporado ahora. Tres posicionamientos diferentes en precio para dar respuesta a cualquier tipo de necesidad.
¿Qué expectativas tiene Delphi este año en España?
Está siendo un año muy irregular. La idea es conseguir terminar con un crecimiento de dos dígitos; de momento las cifras se van dando. Estamos trabajando mucho para conseguirlo, aunque tampoco será un fracaso si no lo logramos.
¿Y a medio plazo?
Hemos detectado que hay ciertas zonas en la que necesitamos tener mejor cobertura. Necesitamos buscar el modo de crecer, desarrollando nuestro negocio, sin comprometer nunca la rentabilidad de nuestros distribuidores. No masificaremos nunca nuestra presencia.