«La combinación de estos y otros factores ha provocado una situación francamente preocupante: cuatro de cada diez coches que circulan por nuestras carreteras tienen más de una década de antigüedad -un 7% más que la media europea-, con todo lo que ello podría implicar en términos de seguridad vial y daño al medio ambiente. Sin embargo, una de las consecuencias directas del deterioro del parque que no llama la atención del gran público, pero que afecta sobremanera al futuro del sector es su negativo impacto sobre la actividad de posventa. Me refiero a la actividad de talleres y recambios». Ya puedes leer el último blog en autopos.es de Juan Antonio Sánchez Torres haciendo clic aquí.