ZF ha hecho los deberes en 2017. Tal es así que durante su intervención en el Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica (NAIAS) en Detroit, EE.UU, el domingo 14 de enero, el presidente de la junta directiva de ZF, Konstantin Sauer, anunció que la agencia de calificación crediticia Moody’s había clasificado recientemente la empresa como ‘investment grade’, confirmando el desarrollo positivo de la empresa. “Nuestros resultados económicos, la nueva calificación, la exitosa integración de TRW y nuestros productos, en particular, demuestran que nosotros cumplimos lo que prometemos”, apunta Sauer.
Esto se debe, según ZF, a que durante 2017, siguiendo los pasos de 2016, lograron una reducción significativa de la deuda originada en 2015 con la adquisición de TRW, de hecho afirman que el progreso es más rápido de lo que esperaban. En diciembre de 2017, ZF también redujo su deuda resultante de la adquisición de TRW, recomprando bonos por un valor aproximado de $1.300 millones, antes del fin del período de madurez normal. Por consiguiente, la cartera de bonos restante de ZF es de aprox. $2.200 millones.
“Una menor deuda permite también más crecimiento, por ejemplo, mediante adquisiciones y la expansión de nuestro liderazgo tecnológico. Podemos considerar de nuevo adquisiciones, si complementan nuestra cartera tecnológica”, explica Sauer.
Novedades en Detroit
Además de compartir sus progresos y celebrar la consecución de sus objetivos, durante su paso por el Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica, ZF presentó tecnologías de inteligencia artificial y un conjunto completo de sensores de entorno, que permiten a los vehículos conducir y estacionar autónomamente. El prototipo ProAI de ZF, un superordenador central que fue presentado en la Exposición de Electrónica de Consumo (CES) 2017, apoya la inteligencia artificial y funciones autónomas en automóviles, camiones, autobuses, maquinaria agrícola y de construcción, así como aplicaciones industriales y barcos.