Ya nos lo decía Lluís Tarrés, director general de Serca, a pocos días de que el XXXIII congreso del grupo levantara el telón: “Se nos ha ido de las manos”. Y razón no le faltaba. Más de 300 personas –el cincuenta por ciento más que el año pasado- entre socios –españoles y portugueses-, proveedores, representantes de las asociaciones y prensa nos hemos reunido en el Pazo de los Escudos de Vigo en una jornada que recupera el formato tradicional después del encuentro digital de 2020 y del proyecto Serca Connect celebrado en Valencia en 2021.
Sobre la mesa, un tema tan relevante como los retos logísticos que afronta el sector de la distribución en este contexto de escasez de suministro y de alta inflación. Una escasez de suministro que no sólo dificulta el trabajo de la distribución, sino que amenaza también al propio modelo organizativo en las fábricas de producción. El famoso ‘just in time’, que este año da precisamente título al congreso.
Tras las palabras del alcalde de Vigo, Abel Caballero, y de los anfitriones –Eusebio Ochoa y Francisco Dorado, directores generales de Recambios Ochoa y Recambios Frain, respectivamente-, el encargado de abrir la jornada era Agustín García, presidente del grupo, quien, sin ocultar su emoción, dedicaba sus primeras palabras y reclamaba un aplauso para Francisco Lomeña, fundador de Auto Recambios Lomeña -socio del grupo en Málaga-, recientemente fallecido.
“No todo está inventado”
Antes de entrar en harina -la falta de suministro-, García ponía en valor la capacidad del grupo de reponerse a las adversidades gracias a la innovación, algo de lo que Serca siempre ha presumido: “En los 35 años de vida de Serca hemos visto crisis de todos los colores y siempre hemos salido adelante con un éxito notable. Todavía tenemos fresco el recuerdo del estallido de la crisis inmobiliaria, la crisis del Covid… y cuando ya volvíamos a respirar sin mascarillas estalla una guerra que genera problemas nuevos y agrava los que ya teníamos. A pesar de todo esto siempre hemos acabado encontrando soluciones innovadoras; no todo está inventado en el mundo de la posventa”.
Y los números los avalan: si el mercado IAM caía en España un 15,8% en 2020, Serca ‘sólo’ lo hacía un 9,1%. Y en 2021, mientras el sector en su conjunto rebotaba un 12,8%, el grupo experimentaba un fuerte incremento del 26,75%. Si lo ponemos en números reales, la facturación del grupo -hablando siempre de compras- pasaba de 157,49 millones de euros en 2019 a 143,15 millones en 2020 y a 181,45 millones en 2021. En 2022, el volumen de negocio hasta septiembre se situaba en 151,35 millones, por lo que la previsión para el cierre del ejercicio se sitúa en el entorno de los 200 millones de euros.
Pero el futuro a corto plazo no es sencillo: “La situación no es fácil. La antigüedad del parque nacional es de 13,5 años y el 44% de los vehículos tiene más de quince años. Ante esta situación nuestra actitud es estar lo más cerca posible del cambio que se avecina, y esto nos obliga a una óptima gestión de los recursos”. Un cambio que tendrá en la movilidad sostenible a uno de sus principales motores: “Hoy se nos urge a cambiar nuestro coche diésel por uno híbrido o eléctrico, aunque no tengamos dónde enchufarlo. La infraestructura de carga que tenemos es mínima. Dicen que el coche eléctrico es el futuro, pero solamente el 0,54% del parque es eléctrico o híbrido enchufable y como la red de cargadores públicos apenas cuenta con 15.000 puntos, no se dan las condiciones para que los usuarios den el salto al coche eléctrico aunque quieran. Al coche gasolina y diésel le queda mucho recorrido, aún nos queda mucho trabajo por hacer”.
“En ocasiones nos sentimos solos”
Después de alabar el potencial de IDAP y Nexus -“el grupo internacional número uno del mundo con una facturación de 37 mil millones de euros”-, Agustín García reclamaba una mayor atención para un sector que es clave para garantizar un derecho como es la movilidad: “A lo mejor no se nos trata acorde al peso que tenemos en el mercado. En ocasiones nos sentimos solos. Algunos actores de la posventa no acaban de comprender que debe ser prioritario trabajar todos a una”.
Y atizaba a IFEMA: “En junio IFEMA organizó el Global Mobility Call, un evento en el que se habló de coches, autobuses, trenes, conectividad, combustibles alternativos, movilidad… pero de los que tenemos la responsabilidad del mantenimiento de esos vehículos, nada o casi nada. Tenemos que seguir trabajando para dejar de ser un eslabón perdido en la cadena de valor. No existimos y tampoco para la administración”.
“Pierdo dinero por vuestra culpa”
El presidente de Serca dejaba la parte final de su intervención -la más contundente- para pedir una mayor implicación a los proveedores: “Es imposible vender más si no tenemos material. La tasa de servicio es muy inferior a la necesaria para atender las necesidades de nuestros clientes”. Según los datos internos del grupo, la tasa de suministro ha pasado del 90% en 2019 al 70% en 2022: “Este año está siendo un desastre”.
“Tenemos que pensar si tenemos todos el mismo compromiso. Con esos índices de servicio es muy difícil trabajar. Y ahora estoy hablando como distribuidor: si mi proveedor no me da servicio tengo que buscar una alternativa. Si me dais un 70%, eso quiere decir que un 30% lo tengo que buscar fuera y ahí pierdo dinero, pierdo dinero por culpa vuestra”. Aunque reconocía que “el problema es universal”, García también criticaba que “hay prioridades a la hora de suministro” y la poca implicación por parte del proveedor con la rentabilidad de la distribución: “Estamos asumiendo unos costes de servicio inasumibles. Nos penalizáis con el 30% de ese margen pero no hay penalización por falta de suministro. Cada vez invertimos más en medios, gestión de costes, almacenes inteligentes… no paramos de invertir en instalaciones e infraestructuras, pero buscamos que nos ayudéis. Echamos de menos ese compromiso. Buscamos partners, buscamos compromiso, y con eso tendremos un beneficio común”.