De 54 años, corría junto a un médico y una enfermera, que nada pudieron hacer por su vida. Era, como lo son muchos en Mann, muy deportista y corredor habitual (llevaba varios maratones en sus piernas), además de formar parte del equipo de baloncesto de la compañía, junto a Jorge Sala y Ricardo Peris (director comercial y jefe de Ventas).
Su figura, siempre sobresaliendo por encima de los demás (medía 2,04) seguro que se echará mucho de menos en Mann+Hummel, donde era muy querido.