Para Ganvam, la decisión de eliminar los usados del plan perjudica gravemente al sector de la distribución que se dedica a la actividad de vehículos de ocasión, “cuyos negocios están ‘al borde de sus posibilidades’ tras más de cinco años ininterrumpidos de crisis. Las ventas de vehículos de ocasión retrocedieron algo más del 7% en 2012, porcentaje que se habría elevado hasta el 10% sin un plan de ayudas al usado”, explican desde la patronal.
Sánchez Torres lamenta la no incorporación de los vehículos usados en este segundo plan PIVE, y comenta que esta decisión “llega en un momento en el que los usados se han convertido en una alternativa real de compra para muchos españoles que buscan una buena relación calidad/precio en un contexto marcado por la pérdida de poder adquisitivo, la crisis de acceso al crédito y la incertidumbre sobre la evolución del empleo”.
Y es que el plan PIVE “ejerció un importante papel dinamizador en el mercado”, añaden; lo cierto es que alrededor del 13% de las operaciones realizadas bajo el marco del plan PIVE correspondieron a vehículos de ocasión, casi el doble que en otros programas anteriores como el 2000E que, a pesar de contar con mayor dotación y alcance, solo consiguió hacerse con el 7,7% de estas operaciones.
A pesar de todo, Sánchez Torres afirma que la puesta en marcha del plan PIVE-2 revitaliza un sector muy dañado y debilitado por la crisis “como lo demuestra el hecho de que al cierre del mes de enero las matriculaciones cayeran un 9,6% con respecto al mismo periodo del año anterior”, concluye.