GT Motive, compañía que prevé que para 2020 la producción de vehículos conectados supere los 60 millones de unidades y que el 90% tenga Internet, ha elaborado un informe, que recoge Asepa, sobre las principales ventajas e inconvenientes que los conductores perciben de esta nueva tecnología.
Entre los pros, los aspectos relacionados con la seguridad vial que a día de hoy ya aportan los sistemas ADAS de ayuda a la conducción, permitiendo reducir el número de accidentes y su impacto al detectar un peligro, así como evitar posibles errores humanos. O, en caso de percance, la ayuda que facilita el sistema eCall, obligatorio en todos los coches a partir del 31 de marzo 2018, avisando a los servicios de emergencia.
La comodidad que ofrece la conexión del vehículo con otros dispositivos: móviles, smarthouses, e infraestrucutra de la ciudad con los sistemas de navegación o búsqueda de ruta óptima, con información sobre atascos, puntos de recarga, carreteras cerradas, información del tiempo o accidentes, que permite a los automóviles ser más eficientes y reducir el consumo de combustible, o la auto-detección de averías o señal de mantenimiento, son puntos a favor que los usuarios valoran muy positivamente.
Pero no es oro todo lo que reluce
El coche conectado ofrece ventajas, pero también supone retos, no solo para los profesionales del sector, también para los usuarios que el principal inconveniente que encuentran en el coche conectado es el riesgo al hackeo de mismo pudiendo bloquearlo u obtener los datos generados por el conductor.
A lo que se suma el temor de los usuarios al incremento del precio de los vehículos conectados, su mantenimiento o la obsolescencia de las nuevas tecnologías.