El pasado 1 de enero la filial española del fabricante alemán asumió la distribución de los productos Hella en el mercado portugués, sustituyendo a Helmut Wittenburg Lda., el histórico importador de Hella en Portugal. Hasta ahora, toda la logística y servicios para el mercado portugués se gestionaban desde la sede central de la compañía en Tres Cantos (Madrid).
Ahora, con la apertura de una sucursal en Lisboa, la compañía pasará a operar directamente con los distribuidores portugueses, que a su vez se beneficiarán del apoyo logístico y técnico, la gestión de garantías, el servicio, la formación y el know how acumulado en sus casi cincuenta años de presencia en el mercado español de posventa: “Esta mejora de su estructura en Portugal se sitúa en línea con su política de proximidad al distribuidor, buscando adaptarse a la idiosincrasia propia de cada región, con el fin de mejorar la prestación de servicios y maximizar las oportunidades de negocio”, informa Hella.
En este sentido, la compañía no sólo reforzará su presencia en las áreas de Iluminación y Electricidad, sino que también prevé introducir sus líneas de producto relacionadas con Química, Industria, Termocontrol, completando así el esquema de actividad 4+2 con el que actualmente opera en España.
Un gran recorrido
Esta nueva delegación, que dependerá del director general de Hella España y Portugal, Ismael Carmena, refuerza la presencia de Hella en el territorio peninsular donde actualmente cuenta con delegaciones en Madrid, Barcelona, Las Palmas, Sevilla, Valencia, Santiago y ahora Lisboa.
El objetivo es convertir la central portuguesa en una de las regiones geográficas más potentes de Iberia y en un socio comprometido, fiable y cercano para los distribuidores. En la actualidad, el mercado luso de la posventa se caracteriza por su alta concentración con 250 tiendas y un centenar de distribuidores. Más de 6.000 talleres independientes y 1.000 concesionarios prestan servicio a un parque de 4,1 millones de vehículos cuya antigüedad media supera los diez años.