Cambios en la regulación, como los que se han producido en la norma de registro, evaluación y autorización de productos químicos (REACH), unidos al aumento de las inversiones realizadas para reducir las emisiones de CO2 de la empresa y conseguir ciertas mejoras en la eficiencia del agua y la energía, son los motivos de este incremento en el precio de las baterías.
“Además de las inversiones necesarias para cumplir con los requisitos medioambientales cada vez más estrictos, en los últimos 18 meses el precio del petróleo se ha encarecido un 10% y los costes de electricidad y mano de obra han aumentado en un 15% y un 4,3% respectivamente”, añaden desde Johnson Controls.
“Seguimos minimizando los incrementos de los costes para nuestros clientes mediante mejoras continuas e iniciativas de excelencia operacional. Sin embargo, la combinación de unos requisitos medioambientales más estrictos con el aumento experimentado en otros costes de la cadena de suministro nos obliga a transferir una parte de estos costes al mercado”, concluyen.