El congreso me pareció, como ya escribí en la edición impresa de Autopos, pura improvisación. Contenidos muy poco trabajados y ponentes elegidos por proximidad o accesibilidad, lo que suele generar un juego desigual, como así fue. En un auditorio especialmente incómodo para soportar una jornada de estas características; mal alimentados (la comida, de pie y mal distribuida, fue una broma -la cena estuvo mucho mejor); descolocados por la visita a una feria donde la conferencia anunciada se había impartido el día anterior, y sorprendidos por las exposiciones de algunos y las preguntas de otros, más de un congresista volvía a preguntarse si aquello justificaba su asistencia. De hecho, se echaron en falta numerosos fabricantes y representantes de la distribución que en otra época contribuían con su presencia a que fuera realmente la fiesta del sector como querían sus organizadores.
En cualquier caso siempre quedan cosas. Por ejemplo la oportunidad, como destacan quienes no tienen otra cosa que destacar, de encontrarse en un mismo espacio con los actores que conforman la posventa, que no está mal. Y algunas conclusiones para la reflexión también. Porque si hubo un hilo conductor del congreso fue la necesidad de hacer los negocios más competitivos y rentables, más grandes para unos y más eficientes para todos. Y en ese sentido fueron las intervenciones de Fernando López, de Gipa, en su línea de ofrecer datos de mucho interés para conocer el estado de la situación y recordar que la dispersión y complejidad cada vez mayor del parque exige afinar los stocks; de Rafael Lorza, de Inpart, que fue elogiado por su ponencia, pidiendo eficiencia a través de la transparencia que ofrecen las nuevas tecnologías; de David Martínez, ex gran jefe en Dayco, poniendo el énfasis en la rentabilidad y en cambiar la forma de operar para alcanzarla; o de Ricardo Crespo, de Impormóvil, y Alejandro Vicario, de CGA, reivindicando que el tamaño importa cada día más.
Lo de TAB fue otra cosa. Y es que se nota que lo habían organizado con mimo (al margen de algún detalle que se les escapó más por falta de práctica que por otra cosa), siendo la celebración fiel reflejo de lo que representa TAB en España, del propio carácter de quien la dirige. Porque quisieron que fuera para disfrutar y lo consiguieron. Tanto al mediodía, con una actividad de lo más original, como por la noche, haciendo bailar a sus clientes de la mano de La Unión, los de Lobo Hombre en París. Toda una sorpresa.
Sin embargo, hay un aspecto que ambos eventos compartieron: la falta de consideración con la prensa. Agradecidos por la invitación a TAB (es todo un detalle porque es verdad que hay quien directamente pasa de nosotros) y también a Ancera (en lo que respecta a comidas y noches de hotel), no es de recibo que la patronal de recambistas nos hiciera trabajar como tuvimos que trabajar, en asientos sin respaldo, con el iPad sobre las piernas y para colmo sin conexión wifi. Y duele que un viernes por la noche, que forma parte del ocio familiar, llegues a un acto con gran parte de los clientes acompañados por sus parejas y a la prensa se nos negara esa posibilidad como si fuéramos invitados de segunda… que probablemente será lo que somos. En fin, por algo a los periodistas se nos ha llamado siempre ‘la canallesca’.
No es una crónica, es mi opinión. Y respeto las de quienes piensan que mis críticas son injustas; cada uno lo ve desde su prisma, pero si creo que debo expresarlas las expreso, esperando siempre que las personas inteligentes reflexionen y tomen nota para que las cosas se hagan mejor. E invito a Txus a que critique esos artículos “que dan ganas de…”, porque igual nos ayuda a mejorar, que es de lo que se trata.
Que poco aguante tenéis!!! Las críticas son buenas para aprender, son cierta las reflexiones de los periodistas en este caso….mucho de los ponentes están cansado, mayores, incluso ya no trabajan en el sector. Por cierto hay gente joven muy buena y bien preparada, que como yo piensa mucha gente en el sector que Ancera es una reunión de amigetes, siempre hablan lo mismo y nunca hay conclusiones. Eso sí la comida muy buena y el vino fresquito. Muchos abrazos de amigetes.
POR CIERTO, CRITICA SIN ACRUTUD EH.. QUE A VECES VEO TAMBIEN CADA ARTICULO QUE DAN GANAS DE …
ESTOY SEGURO QUE EL EVENTO LO HABRIAIS ORGANIZADO LA PRENSA DE OTRA FORMA, PERO CREO QUE CARGAR LAS TINTAS CONTRA LOS ORGANIZADORES NO ES DE RECIBO…NOTO CIERTO TONO “HIRIENTE” EN LA CRONICA QUE NO CREO QUE SE MEREZCAN EN ABSOLUTO.. A NADIE LE ENTTA EN LA CABEZA QUE QUIERAN ORGANIZARLO PARA “PUTEAR” PERDÓN POR LA PALABRA AL PERSONAL
Iba a hacer una reflexión sobre tu crónica pero mi falta de práctica me sugiere que espere a hacerla en nuestro próximo encuentro no sea que escriba alguna impertinencia.
Por cierto, junto con la prensa, tampoco ninguno de los miembros de la plantilla de TAB pudo disfrutar de la compañía de su pareja; aunque parezca insólito, igual resulta que ha habido un trabajo previo para valorar el formato que nos parecía más adecuado, siempre, por supuesto, con el hándicap de intentar superar nuestra falta de práctica.
Saludos