En el IX congreso de Talleres DP, celebrado el pasado fin de semana en Málaga, Fernando López, director general de GiPA España, aseguraba que la situación que atraviesa el sector no es la mejor: “No estamos bien, necesitamos un empujón”. Unas palabras que tienen continuidad en las reflexiones de Roberto Aldea, presidente de Grupo Cartés, con quien hemos podido debatir acerca de la situación actual y futura del mercado de la posventa.
“No soy optimista de cara al futuro porque creo que el momento es muy peligroso en todos los sentidos. El que sea optimista quizá debería estar más informado”. Así de elocuente comenzaba su reflexión el máximo responsable del distribuidor de filtros. “Hay una incertidumbre excesiva en la gente y lo que estamos es trabajando duro para un mercado que se va a poner más duro y que no sabemos muy bien hacia dónde va a evolucionar. Mi preocupación es profunda y la del equipo también”.
“Nos empieza a preocupar la deflación”
En un contexto de subida generalizada de precios debido a la inflación, Aldea comienza a vislumbrar un escenario deflacionista que podría ser incluso más peligroso que el actual: “A nosotros nos preocupa actualmente la demanda y nos empieza a preocupar que haya una deflación descontrolada, que puede ser igual de grave que la inflación”. Y es que una caída brusca de los precios podría generar “movimientos imprecisos en el mercado” con consecuencias más graves que las actuales para muchas empresas.
Y lo explica: “El mercado, para generar ahorro, necesita estabilidad. Cuando hay inflación o deflación se produce inestabilidad. La deflación, según en qué orden ocurra, puede hacer muchísimo daño porque se pueden deflactar los precios del mercado pero no los gastos de la cuenta de resultados. Desde mi punto de vista la deflación es más peligrosa que la inflación y se va a producir”.
“Se acelerará el proceso de pérdida de nuestros clientes”
La cuenta de resultados, explica Aldea, “tiene, por una parte, un componente de recursos humanos que tiene que ir acorde al momento económico que se vive. Todos estamos tomando decisiones al respecto, pero eso no va a bajar, ese coste se queda. El coste de transporte tampoco va a bajar porque aunque la demanda baje mucho, el coste del transporte dentro del país no bajará en exceso porque para eso tendría que bajar el coste del combustible, los salarios –que están al alza– y tendrían que pasar cosas que no van a pasar”.
Por ejemplo, una caída del gasto energético, algo que a juicio del presidente de Grupo Cartés no va a ocurrir: “El gasto energético va a seguir aumentando y ciertos problemas de demanda no parece que se arreglen todavía. La parte de los gastos va a ir aumentando y eso acelerará más el proceso de pérdidas de nuestros clientes”.