La posventa presenta un aumento de la facturación del 5,4% acompañado de una mejora del margen bruto en 0,3 puntos porcentuales y una reducción de los gastos. Lo que contribuye al incremento del resultado del departamento en 0,4 puntos, donde el taller de carrocería anotó el balance más significativo, según informa Ganvam (Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios).
La facturación de los concesionarios aumentó un 8,9% respecto a 2017, cuya contribución total de negocio correspondió en un 85% al área de ventas (un punto más que en 2017), un 10% a recambios y un 5% a taller.
Si se analiza por departamentos, este incremento en la facturación se ve frenado por el descenso del margen bruto de ventas, que descendió un 0,2 puntos porcentuales en 2018. ¿El motivo? El aumento del canal empresas y una importante reducción en el canal particular, lo que en conjunto provoca una caída en el mix de rentabilidad.
Con respecto a las áreas de actividad, las ventas de vehículos aportaron el 59% de la rentabilidad del concesionario en 2018, lo que supuso un punto porcentual menos que un año antes. El departamento de recambios aportó el 31% del BAI y el taller el 10%.
Y la rentabilidad cayó…
Por otro lado, la rentabilidad de los concesionarios cerró con un 1,76% sobre la cifra total del negocio, por debajo de la alcanzada en los dos años anteriores. No obstante, su facturación creció un 8,9% respecto a 2017, según el informe Rentabilidad de las Redes de Distribución elaborado por Snap-on Business Solutions para Ganvam. Con este resultado, el 2018 es el primero en cinco años que no presenta un crecimiento en rentabilidad.
Desde la asociación informan de que este resultado presenta una tendencia en el Beneficio antes de impuestos (BAI) similar al obtenido en el ejercicio de 2015 (1,75%) e inferior a 2016 (1,88%) y 2017 (1,9%).
Sin embargo, a pesar de esto, en valores absolutos, el BAI ha crecido un 0,52% en relación al año anterior por una mayor facturación, lo cual “no impide advertir de una desaceleración en el sector, máxime si contamos que la rentabilidad sigue cayendo en el primer trimestre de 2019 por la reducción del crecimiento económico, la incertidumbre del consumidor y los mensajes contradictorios lanzados por las distintas administraciones públicas”, explica el presidente de Ganvam, Lorenzo Vidal de la Peña.
Asimismo, Vidal de la Peña asegura que el departamento de ventas “ha encarado en 2018 la tormenta perfecta por la norma WLTP, en la que han confluido operaciones de adelanto de compra y automatriculaciones para sacar determinados modelos al mercado de la forma más rápida posible en contra de los márgenes comerciales, aplicando mayores descuentos. Esto ha supuesto un misil, en términos de rentabilidad, a la línea de flotación de las redes de distribución, las cuales arrastran, además, una actividad en posventa muy debilitada”.