“Es un paso que reafirma nuestra apuesta por el merado de posventa”, señala el fabricante. A quince kilómetros de la fábrica de amortiguadores que KYB ya tenía en Pardubice, la de Chrudim ya está produciendo los primeros muelles y se espera que su producción aumente de forma gradual, tanto en volumen como en gama. Sus responsables aseguran que “alcanzará un pleno rendimiento en el tercer trimestre del año”.
El procedimiento de fabricación se ha establecido en base a los estándares de producción que ya son comunes en el fabricante, incluyendo un proceso de endurecimiento que aumenta de forma significativa la resistencia a la fatiga del muelle. Todos los muelles K-Flex son fosfatados antes de recibir una capa de resina epoxi.
Mike Howarth, vicepresidente de KYB Europa está convencido de que “esta nueva fábrica de muelles es un desarrollo importante para KYB en Europa” y de que la inversión contribuirá a fortalecer su posición como proveedor destacado de muelles en el mercado de posventa.