El 80% de los españoles ve con buenos ojos la incorporación de una caja negra en su ‘vehículo del mañana’. “Dejarán de ser componentes asociados a aviones y trenes y se convertirá en una tecnología esencial capaz de proteger de forma activa al conductor”, señalaron. Con este elemento incorporado al vehículo se podrá reconstruir de forma fehaciente un accidente y se podrá contactar con la aseguradora o con el taller, antes incluso de que el conductor notifique la avería o el siniestro. El 73% de los españoles encuestados dejan de verlo como un “elemento fiscalizador que podría convertir las calles en un Gran Hermano”, y empieza a verlo como una tecnología que podría “hacernos la vida más fácil”.
Mi coche es un guardaespaldas
El 25% de los españoles imagina su coche dentro de 25 años como un “vehículo inteligente que garantizará su seguridad a modo de guardaespladas; que conduzca solo y que elimine las situaciones de riesgo y de estrés a las que ahora tienen que enfrentarse”. El 40% de ellos piensa que “las retenciones y las bocinas serán cosa del pasado”.
La movilidad sostenible también está en la mente de los encuestados; para 2020, habrá 15.000 postes de recarga de batería para vehículos eléctricos en España, una cifra modesta pero que supone un crecimiento respecto a la actual relevancia que tienen estos vehículos en nuestras carreteras. Para el 86% de los europeos preguntados, es imprescindible que el coche del 2038 sea respetuoso con el medio ambiente (es el cuarto concepto más valorado, solo por debajo de la seguridad, la movilidad eficiente y el máximo confort de los conductores en los viajes).
“Es difícil adelantarnos al futuro”, decía en la presentación del estudio Gerardo Cabañas, director general de Autoscout24. “Pero de lo que estamos seguros es de que para 2038 los coches convivirán en las ciudades con el transporte público y las bicicletas mucho más de lo que lo hacen ahora; utilizando para cada tramo el medio de transporte que mejor convenga”.