Las principales patronales (Faconauto, Anfac y Ganvam) aseguran que este impulso en las ventas proviene fundamentalmente de las diferentes ediciones del plan PIVE, que “no solo ha tenido un impacto directo en las matriculaciones”, explican, “también en la recaudación ya que por cada euro invertido se recuperan cerca del doble, sobre todo en concepto de IVA”. Solo en 2014, gracias al plan PIVE se recaudaron 3.000 millones de euros.
Aun así, señalan que aún hay ciertos indicadores económicos que ralentizan el mercado, “por eso”, dicen, “los Planes PIVE siguen siendo necesarios para reforzar el crecimiento del consumo privado y la recuperación de la confianza del consumidor. Los vehículos incentivados están generando riqueza económica por su efecto tractor sobre la economía, tanto directo (fabricación, distribución, seguros e intermediación financiera), como indirecto (sector de componentes y otros como el químico, textil, etc.)”.
Lejos de lo normal
Las cifras son positivas, pero aún estamos lejos de la normalidad. Así lo afirman las patronales, que cifran en 100.000 las matriculaciones que serían normales en nuestro país teniendo en cuenta nuestro nivel d motorización, la población y la renta per cápita. De esta forma, frente a las cerca de 18 unidades por cada mil habitantes que se comercializan actualmente, sería necesario llegar a un ratio de 25/1.000.