Por cada euro que los automovilistas gastan en las inspecciones, emplean otros casi 3 euros y medio en los talleres (en operaciones preparatorias o posteriores a su visita a la ITV). Son datos que, según Conepa, no hacen más que demostrar “el papel fundamental de las ITV en nuestro país”. Primero porque juegan un papel clave para la seguridad de todos y segundo porque generan un volumen de negocio para los talleres más que importante: “Para los talleres electromecánicos el negocio generado en torno a las ITV supone de media entre el 15 y el 25 por ciento de su cifra de ventas”, señalan desde la patronal.
Los talleres dicen no a la liberalización
Este estudio realizado por Conepa viene a colación del proyecto que prepara el Gobierno para modificar la legislación vigente referente a las inspecciones técnicas de vehículos, y que supone un paso hacia adelante para la liberalización de este sector. Algo que no ven con buenos ojos desde la patronal porque colocaría a gran parte de los talleres en una situación de desventaja y se podría estar provocando una situación de monopolio en favor de sus competidores: “Este es un sector de micropymes”, dice Víctor Rivera, secretario general de Conepa; “hemos aprovechado este contacto con la Administración para pedirle que nos tenga en cuenta, que no solo piense en las grandes organizaciones a la hora de tomar decisiones”, explica, consciente de que esta liberalización podría hacer perder a los talleres gran parte de los ingresos que perciben de estas operaciones pre y post ITV.
“El principal objetivo de la normativa reguladora de la inspección técnica de vehículos debe ser la garantía del cumplimiento de ese principio básico, fundamentado en la uniformidad de criterios y su control y en la independencia de los que efectúan las tareas de inspección de acuerdo con la reglamentación vigente y con el Manual de Procedimiento de Inspección”, añade Rivera; “esa ha de ser la mejor garantía para la seguridad vial”.
