Ya en la segunda parte de 2017, las matriculaciones tendrán un comportamiento peor que en la primera, cerrando el presente ejercicio con apenas 1.200.000 unidades vendidas. Un incremento del 3,6% respecto al año anterior.
Hasta abril el incremento es del 6,08%, por lo que durante la segunda mitad del año la actividad quedará algo ralentizada. El canal de los particulares será el que peor se comportará. Sin ayudas ni incentivos a la compra (al menos en lo que va de año), era una situación que cabía esperar.
La desaceleración de las ventas que, si todo sigue igual, se vivirá en la segunda mitad de 2017, tendrá continuidad en 2018. La consultora afirma que será entonces cuando se vivirá la primera contracción del mercado desde el pasado 2013, con una caída prevista del 0,05%. Volvemos a las andadas, vaya, todo esto suponiendo que no haya un nuevo plan PIVE, como desde hace tiempo vienen demandando las patronales del sector.
En 2018 los particulares comprarían un 1,8% menos, siendo los incrementos del canal empresas y rent-a-car insuficientes para conseguir mantener un crecimiento global del mercado.