Tal y como informan desde Liqui Moly, algunos motores de tamaño reducido, pero también motores más grandes de alta densidad de potencia con inyección directa, corren un alto riesgo de preignición a bajas revoluciones (LSPI – low speed pre-ignition), un problema que se produce cuando la mezcla de gasolina y aire se enciende por sí sola en la cámara de combustión antes de que se genere la chispa de ignición, lo que puede desembocar en el pistoneo del motor y, con ello, en una avería grave del motor.
Según el fabricante, “todavía no se ha llegado a entender del todo este fenómeno”, pero la suciedad en el interior del motor es un factor, al igual que la baja calidad del carburante, y se ha descubierto que es un riesgo que se puede reducir recurriendo a un aceite de motor especial. Motivo por el cual Liqui Moly asegura que Opel, Vauxhall y General Motors hacen obligatorio el uso de este tipo de aceite en determinados modelos, y por ello ha desarrollado el Special Tec DX1: aceite que previene los problemas de ignición en algunos modelos, apto exclusivamente para determinados motores de gasolina (no se puede utilizar en motores diésel) y que cumple la norma Dexos 1 Generation 2 de General Motors.
Además, Liqui Moly afirma que otros fabricantes de automóviles como Chrysler, Ford, Kia, Honda, Hyundai, Mazda, Nissan y Toyota también exigen el uso de un tipo aceite con estas propiedades para algunos de sus modelos. “Un ejemplo de que los aceites de motor de hoy en día han dejado de ser lubricantes convencionales e intercambiables para convertirse en piezas de repuesto altamente especializadas, que deben encajar perfectamente en el motor en cuestión”, concluyen.