Los diversos clústeres de automoción del país se han reunido en Zaragoza con Sernauto, asociación española de proveedores de automoción, para demandar prudencia y diálogo con el objetivo de desarrollar una transición tecnológica pactada, tranquila y que permita a la sociedad, empresas y usuarios adaptarse a las nuevas tecnologías sin que repercuta en el empleo, según informa el Clúster de Automoción de Aragón (CAAR).
Asimismo, los clústeres han reclamado una estrategia clara y dialogada con todos los sectores implicados para poder abordar la descarbonización de la economía española, la transición energética y la lucha contra el cambio climático, frente a anuncios que generan incertidumbre a los fabricantes de vehículos, de equipos y componentes y a la industria auxiliar, a sus trabajadores y, en consecuencia, a todos los usuarios y consumidores.
Además, este pronunciamiento está alineado con los que los fabricantes de automóviles y camiones, a través de Anfac, o los proveedores de automoción agrupados en Sernauto han ido realizando a lo largo de los últimos días después del anuncio del proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética por parte del Gobierno.
Uno de los puntos clave sobre los que han hecho hincapié los clústeres ha sido el sector de automoción, que emplea directa e indirectamente, aseguran, a dos millones de personas en España y representa el 18% de las exportaciones con una contribución al producto interior bruto (PIB) cercana al 10%. Reclaman que un sector con el peso de este requiere al menos ser consultado a la hora de abordar una estrategia que tiene el propósito de afrontar el cambio climático y la transición energética. Estos retos, con los que la industria está comprometida, son foco de numerosas inversiones y un enorme esfuerzo investigador.
Según la opinión del sector de automoción español, la ausencia de una estrategia como la que ya han puesto en marcha países de nuestro alrededor y la difusión improvisada de mensajes como los que se han escuchado a lo largo de estas últimas semanas, genera incertidumbre y confusión al consumidor, que no sabe por qué tecnología optar y esta situación puede paralizar inversiones incidiendo negativamente en el empleo en nuestro país, actualmente el segundo fabricante de vehículos europeo, según informa el clúster de automoción de Aragón.