
Había empezado desde abajo, como encargado del almacén de QH en las propias instalaciones de
WirSind, entrando posteriormente a formar parte del departamento comercial de la compañía, participando en su expansión y terminando por asumir la dirección comercial, siendo además hijo del ‘jefe’, por lo que su salida ha sido especialmente dolorosa para ambas partes.En escrito publicado en su LinkedIn, Miguel Ángel Romero, además de trasladar sus “más y mejores deseos” a quienes han contribuido “a hacer de WirSind algo grande”, señala que no lo considera una despedida sino un hasta pronto, “ya que amo este sector de la posventa”. Y termina recordando “su” empresa: “Está siempre fue mi casa, mi familia y mi vida durante ocho años que realmente han pasado volando”.En la imagen, Miguel Ángel Romero con Joan Olivella Jr. (i), de
Recanvis Penedès (Serca), durante la sesión de fotos de un reportaje ‘Cara a cara’ para Autopos que finalmente se ha decidido no publicar.