En el año 2011 el equipo dirigido por Raúl Calleja supo dar un giro a una feria que no estaba muerta, pero casi. “No es la undécima edición de Motortec”, dijo en su día, “es la primera Automechanika Ibérica”. Con ese nuevo sello (ahora Automechanika Madrid) se dio un importante impulso a Motortec, devolviendo al menos la esperanza. Alberto Díaz recoge el testigo y lo hace con el objetivo de convertir la feria “en el lugar del para el sector, un espacio de negocio, de análisis y debate de primer nivel. Una herramienta comercial al servicio de los intereses de empresas y profesionales”.
Quieren que sea una feria plural, que tenga la máxima representatividad posible. Por eso lo primero que han hecho ha sido definir los sectores que tendrán cabida: recambios y componentes, accesorios y tuning, reparación y mantenimiento, electrónica y sistemas, IT y gestión y estaciones de servicio y carwash. Estableciendo además el foco en visitantes profesionales que puedan llegar de América Latina, norte de África y pos supuesto España y Portugal.
Un espacio de negocio
Para eso, para generar negocio, se tiene previsto organizar encuentros personales entre empresas (a nivel nacional e internacional), así como diferentes espacios que acogerán presentaciones comerciales, congresos, demostraciones, seminarios y áreas de networking.
Repetirán iniciativas como el Truck Competence, el espacio reservado al vehículo industrial y comercial o la Galería de la Innovación; y se pondrán en marcha otras nuevas, como ‘Motortec Automechanika Madrid contra la piratería’ o la Guía Verde, que orientará a los visitantes hacia todas aquellas propuestas y soluciones ecológicas. Motortec ya está en marcha.
