El especialista en encendido y sensores NGK busca mostrar cómo su gama Iridium IX -abreviatura de ‘Iridium IXtreme’- ha dado otro salto cualitativo en la tecnología de bujías para una gama de motores. De este modo, ha introducido esta gama con el fin de hacer que la mejora de la bujía con tecnología moderna de Iridium de mayor rendimiento esté disponible para el mundo del recambio, incluidas motos y automóviles antiguos.
Según la compañía, dentro de las ventajas que presentan este tipo de bujías destacan, por un lado, un encendido más eficiente -la punta de iridio de 0.6 mm de diámetro concentra la energía eléctrica alrededor del electrodo central, produciendo un encendido más eficiente de la mezcla aire-combustible-; asimismo, esta gama de bujías Iridium IX proporciona una arranque más rápido y un funcionamiento más silencioso -la alta inflamabilidad significa que el motor arranca rápidamente y funciona sin problemas, incluso en mañanas frías y húmeda-.
A su vez, ofrece un mejor consumo de combustible: una mezcla más inflamable alcanza la chispa, lo que aumenta la eficiencia de la combustión y reduce el uso de combustible. Así como una vida útil más larga -el alto punto de fusión significa que el electrodo central de iridio dura más que los electrodos estándar de níquel-.
Pero no sólo. Las bujías con tecnología Iridium suelen tener menos fallos. Mientras las bujías estándar se erosionan gradualmente, aumentando la distancia entre los electrodos, afectando la calidad del encendido, sobretensionando la bobina y causando fallos de encendido, la distancia constante del electrodo Iridium IX evita estos problemas. Además, el espacio anular especial evita los depósitos de partículas de carbonilla que pueden bloquear el voltaje de encendido.
Mejora del rendimiento en las motos
Por otro lado, con respecto al sector de las dos ruedas, la compañía japonesa lanzó inicialmente su tecnología Iridium IX en 2003, especialmente para motocicletas. Con el objetivo, según explica Kai Wilschrei, gerente Senior de Servicios Técnicos de Aftermarket EMEA en NGK SPARK PLUG EUROPE, de ayudar a los pilotos a lograr un rendimiento mejor de sus motocicletas, tanto en carretera como en circuito. “Las motocicletas a menudo están equipadas con bujías estándar de níquel como equipo original. Pero la extrema resistencia y durabilidad del iridio ofrece el potencial para mejorar la fiabilidad y el rendimiento del encendido”. Asimismo, añade que, con Iridium IX, pudieron proporcionar a los conductores “una mejor ignición que duró incluso más que el platino. También podrían disfrutar de una experiencia de conducción más suave y económica”.
Tal y como explican desde la empresa, los ingenieros de NGK SPARK PLUG diseñaron una punta de aleación de iridio ultra fina de 0,6 mm de diámetro, soldada con láser en el electrodo central. Juntos, el electrodo central de iridio más delgado y el electrodo de masa de corte cónico mantuvieron bajo el voltaje de encendido requerido, necesitando menos tensión en la bobina de encendido, mientras generaban una chispa potente. Además, la distancia constante mantenida entre los resistentes electrodos evitó fallos de encendido.
“También diseñamos un espacio anular anti incrustante para hacer que el hollín sea cosa del pasado”, proseguía Wilschrei. “Esto hizo que el arranque en frío no tuviera problemas y ofreció el mejor rendimiento en tráfico urbano con continuas paradas y arranques, donde las motocicletas deben sobresalir”.
Además, el experto asegura que, al ser el iridio uno de los metales más duraderos del mundo (“alrededor de seis veces más duro que el platino”), siendo “extremadamente” resistente a la erosión por chispa, “la vida útil de los electrodos de iridio en nuestras bujías IX es significativamente más larga en comparación con los electrodos de las bujías de níquel convencionales”.
Beneficios también para los vehículos clásicos
Por su parte, NGK expandió la tecnología para poner más potencia bajo el capó de los coches clásicos. “Iridium IX ofrece una excelente oportunidad de mejora para automóviles más antiguos y algunos más jóvenes”, señala Kai Wilschrei. “Instalarlas como bujías de repuesto garantiza a los conductores de automóviles antiguos un encendido por primera vez fiable, sin fallos y con la vida útil más larga posible, sin acumulación de carbonilla”.