Lleva trabajando desde los años ochenta en la patronal y actualmente forma parte de la junta directiva de la CEOE, participando activamente además en distintas asociaciones nacionales e internacionales.
Los retos que asume para los próximos cuatro años son de carácter “continuista”; no tiene intención de moverse demasiado del camino que ha llevado durante los últimos años. Aboga por la continuidad de los planes de incentivos a la compra como el PIVE o el PIMA Aire; por garantizar el crédito tanto al cliente final como al concesionario (con un paquete de medidas complementaria y no gravosas para la Administración), por abordar una reforma en la fiscalidad del automóvil (“orientada a penalizar el uso del coche en lugar de la compra”, señalan), por reducir de forma drástica los vehículos que circulan por las carreteras sin ITV (algo que pasa por liberalizar las inspecciones y por endurecerlas), por eliminar las actuaciones irregulares o fraudulentas (Los talleres pirata o la venta “ilegal y callejera”).