Estos vehículos incorporan nuevas tecnologías que suponen un reto para los proveedores. SKF asume el desafío de fabricar componentes que contribuyan a reducir el consumo y las emisiones de CO2.
Y es que se espera un fuerte incremento en la producción de este tipo de vehículos. Mientras que en 2001 solo se ofrecían dos modelos de vehículos híbridos en Europa, vendiéndose 2.000 unidades, en 2012 la oferta fue de más de treinta modelos y se vendieron alrededor de 155.000 de estos vehículos. Entre 2012 y 2019, se espera un aumento de la importante en la venta de estos coches en Europa –de 0.6% a 3.5%- por lo que se espera que haya más de un millón de híbridos para 2020.
Como uno de los principales proveedores para primer equipo (también para este tipo de tecnologías) SKF está preparada para incorporar en estos vehículos sistemas que optimicen al máximo cada área de la transmisión de los coches híbridos y eléctricos. Un trabajo que después se traslada a la posventa, ya que los mismos productos, con el mismo desarrollo y calidad en la fabricación que SKF imprime en su oferta para primer equipo, también llegarán al mercado independiente de posventa.