“Hasta alguien que no sabe pintar puede obtener buenos resultados con esta pintura”. Así de convencido se mostraba Sergi Blanc, director de Spies Hecker España, poco antes de empezar la presentación de su nuevo producto, la Permahyd Hi-TEC.
Sin duda tanta confianza se debe a que la marca alemana no ha estrenado esta pintura al agua en España, sino que lleva ya dos años comercializándola en otros países. Tras los resultados obtenidos en países como Austria, donde un 71% de sus clientes ha pasado de la gama Permahyd convencional a la nueva Hi-TEC, se notaba que los responsables de la marca pisaban sobre seguro.
Pero ¿qué es lo que tiene esta pintura que la distingue de lo que ofrecía hasta ahora Spies Hecker? Ellos resumen sus ventajas en cinco puntos principales: una aplicación fácil y rápida; unos resultados fiables; tiempos de reparación más cortos; difuminados fáciles; y mayor flexibilidad.
Los titulares pueden llamar más o menos la atención, pero para saber de verdad qué significan había que experimentarlo por uno mismo. Por ese motivo, nos enfundamos literalmente en el mono de trabajo, la máscara y las gafas de protección, cual ineptos artesanos de la carrocería, y nos pusimos manos a la obra, pistola en mano, para comprobar cuánto había de verdad y cuánto de optimismo a la hora de valorar la Hi-TEC.
La técnica de aplicación de la pintura, la destreza a la hora de mover la pistola y pulsar el gatillo, no se aprende en una mañana. Sin embargo, después de ver el resultado obtenido sobre unas maquetas, resultaba fácil caer en la tentación de pensar que uno podría dedicarse a esto sin mayor esfuerzo. Bromas aparte, lo que sí cabe pensar es que en manos expertas el trabajo se facilita enormemente.
De hecho, en los diferentes cursos de formación de Spies Hecker, que a partir de ahora estarán centrados en exclusiva en la nueva pintura, los especialistas asistentes insisten en poner a prueba las cualidades de la Hi-TEC con tonos de aplicación especialmente difícil, como por ejemplo un “gris champán” de Toyota.
Ése fue el color elegido para hacer la demostración previa por parte de Samuel, responsable de formación de Spies Hecker, que usó un capó (gris) y dos aletas (una roja y otra amarilla) de lo que podría haber sido un Peugeot 206. La alta opacidad de la pintura bastó para ocultar con igual eficacia las tres superficies, y hacerlo además con una gran regularidad, algo en lo que sin embargo también jugaba su papel la destreza del operario.
Probablemente el ojo entrenado de quien trabaja cada día reparando sea más exigente que el de aquel que asiste a una presentación esporádica. Ahora bien, en lo que no habría discusión es en la rapidez con la que la pintura está lista para el lijado en caso de haber defectos (las motas de polvo). Y éste, probablemente, será el mayor valor diferencial para aquellos talleres que usan pintura al agua y que, en consecuencia, sufren uno de sus puntos débiles respecto a la pintura con disolventes: los tiempos de espera.
¿Los inconvenientes? Pues los propios de utilizar un producto incompatible con el que ya estás utilizando y que te funciona sin problemas: tienes que decidir qué hacer con el stock almacenado y, además, hay que aprender a usar el producto.
Es por ello que Spies Hecker, conocedores de lo difícil que resulta implantar una novedad así en este tipo de mercado, no se han marcado más plazos que los que decidan sus clientes. Así, de momento la empresa tiene previsto mantener Permahyd y Permahyd Hi-TEC en su catálogo.
Muy buenas: He probado poco tiempo Spies-Hecker, pero el poco tiempo que la he probado puedo decir, no tanto a su favor, que aunque cubre bastante bien los tonos no tiene el suficiente cuerpo para cubrir los pequeños arañazos producidos por los abrasivos. Más comun este problema con los colores plata metalizados, por lo que tengo que añadir que el tiempo de preparacion no disminuye, sino que aumenta. Teniendo así que ser más minucioso con la preparacion y dedicarle más tiempo y cuidado con respecto a otras marcas.