Según argumentaron los miembros de la Junta Directiva de Conepa durante la última reunión de la misma, “aun conscientes de que la situación económica resulta mucho menos dramática que en otros sectores, los empresarios de posventa insisten en la falta de seguridad en los mercados, lo que repercute en una menor utilización de los vehículos, alargamiento de los plazos en las revisiones periódicas, realización de operaciones de reparación sólo imprescindibles y muchas peticiones de presupuesto para comparar con otras ofertas”.
La radiografía del mercado actual preocupa especialmente a la patronal de talleres: “La mejor situación de los talleres de carrocería frente a los de otras especialidades, señalada en la anterior reunión de la Junta Directiva (a finales del pasado enero), se difumina en el acumulado del año, fundamentalmente por la menor contratación de pólizas a todo riesgo y por la creciente presión de las compañías aseguradoras. Mientras, en muchas comunidades continúa creciendo la competencia desleal de personas que realizan servicios en la misma calle o en garajes particulares, aumenta el abandono de vehículos en el taller, una vez realizada la reparación y por falta de liquidez para hacer frente a la factura, e incluso se recurre con mayor frecuencia a las denuncias, muchas veces simplemente por la oportunidad que suponen de retrasar el pago”.
