La producción de vehículos en Europa se ha reducido drásticamente durante los últimos años (de 19 a 12 millones). Y como consecuencia directa, la de sus componentes. Es por este motivo que, desde comienzos del año 2013, la multinacional está llevando a cabo un plan de reajuste de su producción a nivel europeo. Una medida que no solo afecta a la fábrica de Asturias (en Bélgica, la factoría Saint-Truiden reducirá en un 20% su plantilla), aunque sí es el único cierre definitivo comunicado hasta el momento.
“Es una decisión que llega desde la central, la planta estaba al 50% de su capacidad productiva y así era imposible que continuase con su actividad. Pero no nos equivoquemos, que esto no quiere decir que Tenneco esté en una mala situación, no tiene nada que ver; estamos en una gran posición y seguimos batiendo records a todos los niveles”, explica para autopos.es el propio Goiricelaya. Tras el cese definitivo, serán el resto de plantas europeas las que se repartan la producción de la asturiana, incluida la de Ermua, a la que en poco más afectará el cierre de Gijón.
Y aunque no se producirá de forma definitiva hasta el primer trimestre del año 2014 (cuarenta años después de que arrancase con su producción), la decisión se comunicó ya durante la mañana del pasado cinco de septiembre, una jornada en la que se vivieron algunos momentos de tensión por las protestas de los trabajadores, que salieron a la calle para manifestarse una vez les fue comunicada de forma oficial la decisión.