“Las investigaciones llevadas a cabo por TRW muestran que sólo el 2% (4,2 millones) de vehículos europeos cambian los cables de freno de mano anualmente. Al estar sometidos a un alto desgaste, deberían ser considerados como un componente crítico para la seguridad y revisarse de forma regular. Esta cifra podría ser mayor si se animara a los talleres a revisar los cables con mayor regularidad”, afirma el fabricante. Los cables de freno de mano y embrague de TRW están hechos a medida para cada coche y para las necesidades específicas de cada sistema de frenado.
“Al ignorar la importancia que desempañan estos componentes, en especial en el sistema de frenos, los conductores están en riesgo”, explica Stephan Schwarz, especialista de productos de Hidráulica de TRW. “Los cables son partes técnicas, hechas a medida para cada vehículo y en función de las necesidades de cada tipo de sistema de frenado. La avería en los cables suele iniciarse con una pequeña grieta que puede destruir la cubierta, permitiendo que la suciedad y el agua entren provocando la corrosión del cable. La revisión periódica es esencial desde un punto de vista de la seguridad, además de ser importante desde el punto de vista de las ventas ya que hay muchos vehículos circulando con cables dañados”.
La situación económica ha provocado que muchos conductores pospongan las revisiones de sus coches en detrimento de la seguridad. En los vehículos que no se someten a revisiones, los cables pueden contaminarse, oxidándose y perdiendo su flexibilidad y, en el peor de los casos, partiéndose. También pueden perder su tensión; asegurarse de que tienen la tensión adecuada es tan importante como revisar la calidad del componente.
Más resistencia, flexibilidad y deslizamiento
Los cables TRW con calidad de EO son alambres de acero que forman un hilo de múltiples hebras que resulta una mayor flexibilidad porque los alambres pueden deslizarse el uno sobre el otro. Son recubiertos con bisulfuro de molibdeno (MoS2) para reducir la fricción y mejorar el deslizamiento., están fabricados con un tratamiento de alta calidad en la superficie para resistir duras acciones corrosivas. Usar múltiples alambres más pequeños para crear hilos más anchos, en combinación con MoS2, aumenta la resistencia y la flexibilidad del cable, y el grado de deslizamiento.
El fallo más común es que el freno de mano no puede liberarse totalmente. Esto puede provocar sobrecalentamiento de los frenos, chirridos así como un mayor desgaste y rotura. En el peor de los escenarios el coche no se moverá. En ocasiones, el cable se corroe totalmente o se parte. Si se corroe hasta el punto de que no se puede mover en el sistema de frenado, se puede bloquear en la posición de encendido o apagado. Si se parte y el vehículo no tiene una marcha puesta, el vehículo puede deslizarse y provocar un accidente.
Además de la gama estándar de cables de embrague, TRW dispone de cables con ajustadores automáticos. Mientras que los cables estándar necesitan reajustarse de vez en cuando para compensar el desgaste del embrague, estas piezas se ajustan de forma automática sin necesidad de mantenimiento. Esto se acompaña con una serie de otras funcionalidades y beneficios: en estos cables con ajustador automático sólo es necesaria una persona para su instalación; tienen una funda trapezoidal para obtener una buena flexibilidad y tubo interior de plástico para mejorar la suavidad y proteger el hilo frente al roce contra la funda metálica.
“Las investigaciones demuestran que muchos conductores han pospuesto sus revisiones, sin considerarlo una prioridad en tiempos difíciles. Mientras que esto puede parecer tentador a corto plazo, la realidad es que los conductores están cometiendo un riesgo. Las revisiones regulares permiten que los técnicos identifiquen los fallos potenciales antes de que sean más costosos y peligrosos”, concluye Schwarz.