Max Margalef (EMMS), presidente del grupo desde el pasado 21 de julio, relevando a Ramón Otero (Otero Caritón), abrió el acto refiriéndose a esa nueva función que esperan que cumpla esta nueva sede. Se lo dijo a los proveedores: “Esta es nuestra casa, pero queremos que también sea la vuestra. Os consideramos socios del grupo; gracias al apoyo de muchos de vosotros hemos podido sacar esto adelante”.
“El grupo viene de una situación de crisis”, reconocía Margalef, “pero gracias al empuje de todos y al liderazgo de una persona como Ramón Otero, al que siempre consideraré mi presidente, pudimos revertirla. Llegado un punto todos los socios hemos remado en una misma dirección”. Aunque reconocía que “unos creyeron desde el principio y otros se fueron convenciendo cada vez más con el paso del tiempo”. El presidente, como no podía ser de otra manera, tuvo además una mención especial para José Luis García, del distribuidor madrileño Hergar, fallecido recientemente: “Era el que más empujaba de todos nosotros, una persona muy inspiradora”.
Fue José Luis Bravo, gerente de Gecorusa, el encargado de hablar más de la esencia del nuevo proyecto: “Cuando no teníamos datos teníamos opiniones”, dijo, “ahora tenemos datos y un plan bien definido”. Y de los que considera sus pilares clave, “emprendimiento, innovación, comunicación, cercanía y transparencia”, hizo especial referencia al último: “Y no solo transparencia a nivel comercial; también en la comunicación, en la gestión, en establecer las reglas del juego para que todos seamos partícipes de ellas y que tengamos claro hasta dónde podemos llegar”.
Al acto acudieron los socios del grupo (incluidos las incorporaciones más recientes: los asturianos de El Sueve y los extremeños de Dókary) y una buena representación de sus proveedores.
Se les ve cohesionados e ilusionados. Y Bravo es muy profesional.
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