La paulatina pero imparable evolución del automóvil hacia la electrificación ha llevado a los fabricantes de componentes para la posventa a adaptar sus productos a la nueva generación de vehículos. Hoy por hoy, los coches eléctricos están llamados a acabar reemplazando a los de combustión y, por ese motivo, el especialista en suspensión aftermarket Arnott trabaja para desarrollar productos adecuados para el mantenimiento y reemplazo de estos componentes de seguridad que, igual que en los coches de combustión, sufren un desgaste con el paso de los kilómetros.
Aunque los vehículos eléctricos son generalmente más pesados y tienen un punto de gravedad más bajo, en Arnott recuerdan que el sistema de suspensión de los vehículos eléctricos en realidad no ha sufrido grandes cambios. En realidad, la configuración convencional de muelle y amortiguador, o la configuración de suspensión neumática (acompañada o no de tecnología de amortiguación adaptativa) es muy similar a la configuración utilizada en los vehículos ICE.
Lo que sí cambian, sin embargo, son las diferentes configuraciones y tecnologías, que suelen ser específicas para cada plataforma, y se adaptan los tarados de dureza de la amortiguación a las características del vehículo y el tipo de comportamiento que se le quiera dar, más deportivo y dinámico o más confortable, teniendo en cuenta las notables diferencias de peso y disposición del centro de gravedad de los coches eléctricos respecto a los de combustión.
Desde un punto de vista práctico, debido a la configuración similar de la suspensión, un mecánico puede reparar y reemplazar los componentes del sistema de suspensión de un vehículo eléctrico. No se requieren herramientas especiales ni capacitación adicionales específicas para vehículos eléctricos, ya que no forma parte del sistema de alto voltaje.
La suspensión neumática, ideal para coches eléctricos
Una de las características propias de los vehículos eléctricos es el aumento de peso y su distribución dentro del vehículo debido a los paquetes de baterías, la posición de los motores de tracción, etc.
Las tecnologías de suspensión neumática se han utilizado habitualmente en vehículos combustión para combatir las diferencias de carga y optimizar la conducción y el manejo en diferentes condiciones de conducción. Su capacidad para variar la altura de la carrocería es la razón por la que los fabricantes diseñan sus vehículos eléctricos con suspensión neumática para obtener el comportamiento deseado y al mismo tiempo mantener un alto nivel de comodidad para los ocupantes.
Esta capacidad también permite rebajar la altura respecto a lo que sería habitual. Al hacerlo a alta velocidad, se reduce la resistencia aerodinámica, lo que redunda en una mayor eficiencia y autonomía, uno de los aspectos críticos de un vehículo eléctrico. Con el incremento de la electrificación del parque automovilístico, en Arnott consideran que lo más probable es que también veamos un aumento en el uso de sistemas de suspensión neumática.
Para el equipo de ingenieros de Arnott, desarrollar suspensiones para vehículos eléctricos es una evolución natural de lo que han estado haciendo durante décadas. Con un laboratorio de pruebas, una pista de pruebas y una flota propiedad de Arnott, sus equipos de ingeniería y prototipos pueden llevar una idea de una pizarra a un concepto completo, produciendo prototipos y pudiendo conducir esos prototipos en el vehículo. Luego, cada diseño es evaluado de forma independiente por otros ingenieros que realizarán una evaluación de conducción similar e independiente. Este ciclo de retroalimentación continúa hasta que se logra el viaje perfecto. Con una trayectoria comprobada en ingeniería, diseño y fabricación de componentes de suspensión y aire para el mercado de repuestos, Arnott ahora utiliza su experiencia para ofrecer soluciones de suspensión para vehículos eléctricos.
