Menos de una semana después de conocerse la última salida del equipo directivo de la central de ASER -Martin Bajuk, su director comercial, que decidía salir “por motivos personales”-, el grupo ha anunciado el nombramiento de su nuevo director general. Se trata de Pedro Moura, hasta ahora director de Márketing de Humberpeças, socio portugués del grupo.
Será el próximo 1 de mayo cuando se incorpore a su nuevo puesto, cesando a partir de ese momento su relación laboral con el distribuidor, a través del que Moura era ya miembro del Consejo de Administración de ASER. Se dedicará de forma exclusiva por tanto a la dirección del grupo: “Queremos agradecer a Humberpeças el esfuerzo que lleva a cabo aceptando este nombramiento, que demuestra y refuerza su compromiso con Aser”, han dicho desde ASER en un comunicado emitido a los medios.
Pero lo cierto es que Pedro Moura es una persona de absoluta confianza para la dirección de Humberpeças, donde durante los últimos años ha ejercido de mano derecha de su director general, João Lopes, por lo que más que un “esfuerzo” podría ser más bien una oportunidad para que el distribuidor gane aún más peso dentro de ASER, donde por ejemplo centraliza ya toda la operativa del grupo en el país vecino.
“Su perfil, competencias, experiencia en el sector, su relación cercana con los socios, con los miembros del equipo de central y con los proveedores, así como su conocimiento de nuestro grupo y de los mercados español y portugués, aportarán la estabilidad y condiciones necesarias para obtener los mejores resultados para el conjunto de socios de ASER, clientes y proveedores”, zanjaba en la nota el grupo.
Moura ocupará por tanto la posición que José Luis Bravo desempeñó hasta el pasado mes de julio, cuando fue despedido.
Un hombre de la ‘casa’, que ha avalado como miembro activo del Consejo cada una de las decisiones llevadas a cabo por este órgano, con el que en ASER pretenden cerrar filas.
Bravo en su momento fue una apuesta arriesgada, se mire como se mire.
Lo aún más increíble es que también fuera la apuesta de Ancera. Anda que no habría candidatos más adecuados y con mejor historial dentro del gremio…
Que alguien reclutado de un sector totalmente ajeno acaba, en apenas unos años, de pope de la posventa de automoción es de locos. Luego pasa lo que pasa…
Apostar por gente de la casa, buena elección, y joven. A los envidiosos, tienen que buscar a la gente hasta debajo de las piedras o perfiles ya reventados, que han estado en mil sitios trabajando.
De improvisación en improvisación.