A un lado, Josep Bosch, 85 años, presidente de AD Parts, el grupo de distribución más importante de España. Al otro, Jorge Sala, 51 años, director de Europa Occidental de la división de Aftermarket de MANN + HUMMEL, fabricante de probablemente el componente de mayor rotación en el mercado. El que más compra frente al que más vende para hablar de la posventa patria. Un pulso del que no tendría que haber más ganador que la capacidad del canal para seguir compitiendo en medio de un entorno incierto. Porque si hay algo cierto es que les tendría que unir más de lo que les separa. De la conversación que con ellos compartimos una mañana en Gerona se nutre este reportaje. Ésta es su primera parte…
Estado de la cuestión
Se trataba de hablar del entorno y Jorge Sala se centraba en quizá la cuestión que más viene preocupando en los últimos tiempos… el suministro y las subidas de precios: “Es un tema que todavía estamos sufriendo. Al principio sobre todo fue duro, porque no se recordaba una descompensación tan grande entre la oferta y la demanda. Y nos ha costado a todos entender que no era una situación puntual. Hemos estado acostumbrados a una inercia de mercado sin grandes problemas ni de suministro ni de inflación de precios, y de repente ¿qué estaba pasando? Ha habido mucha incomprensión. Pero cuando ambas partes lo hemos entendido lo hemos gestionado mejor. Quizá los fabricantes lo vivimos un poco antes, porque nos empezó a faltar materia prima y nos costó al principio transmitir lo que estaba sucediendo. Y lo mismo con los precios. Hasta que ya como consumidores fuimos entendiendo lo que pasaba, al repostar gasolina, con el recibo de la luz o al pagar en el supermercado. Ahora ambas partes estamos gestionando mejor esta nueva situación, que es una situación de tensión en la cadena de suministro y de unas inflaciones de precios no vistas en años”.
“Hemos estado acostumbrados a una inercia de mercado sin grandes problemas ni de suministro ni de inflación de precios, y de repente ¿qué estaba pasando? Ha habido mucha incomprensión. Pero cuando ambas partes lo hemos entendido lo hemos gestionado mejor”. Jorge Sala (MANN).
A Josep Bosch no era lo que más le importaba: “Hay cosas que son como son y no puedes cambiar, y lo que hay que hacer es asumir los inconvenientes, las contingencias, y seguir adelante. El mercado sigue funcionando por la inercia que lleva, o sea, no hay un coche parado en la carretera esperando a que le llegue el mecánico, todo se arregla. Hay que pensar qué alternativas hay ante la falta de suministro, y es verdad que cuando estás habituado a un proveedor, cuesta el cambio, pero ante la necesidad uno bascula, se busca la vida. Realmente es más un problema para los proveedores que para nosotros. Pero sé que un día u otro lo solucionarán. Y respecto a los precios, igual. Si hoy están a cien, pues bajarán a ochenta, o nos habremos adaptado y mirarán de ponerlo a ciento cinco; y nosotros seguiremos navegando en medio del temporal mirando llevar las cuerdas bien atadas”.
El contexto general
Su preocupación, la de Josep Bosch, iba por otro lado: “Me inquieta mucho más el contexto general, mirar por encima de la tapia y ver lo que hay. Estamos en un momento en que me gustaría saber qué va bien para apuntarme a ello, porque realmente si se analizan los distintos estratos en los que nos movemos en el día a día, tanto en el negocio como en la vida particular, la situación es de caos, sin que nadie además sea capaz ni de ponerle remedio al presente ni de vislumbrar el futuro”.
“Si hay algo inquietante es el discurso de la contaminación, porque quieren hacernos creer que por conducir un coche de cinco o seis años estamos cometiendo un crimen. Y la realidad es que tenemos un modo de vida, con un nivel de confort, que no se podría sostener sin los elementos que manejamos ahora. ¿Dónde nos quieren llevar? Me preocupa el nivel de clase política que tenemos, que francamente me parecen aprendices de la realidad”. Josep Bosch (AD Parts).
Y enumeraba los problemas que veía. Primero los relacionados directamente con el sector: “La situación de los constructores, por ejemplo. Porque si no se venden coches influye a la larga en el mercado de la reparación independiente. Pero también me preocupa el desembarco de las redes de las marcas en el recambio y los precios que están ofreciendo en determinadas líneas de producto, que sólo se entienden o por desconocimiento de mercado o por precios que obtienen de, posiblemente, producto que debería ir a primer montaje y se mueve en el recambio, porque son imposibles de igualar con el servicio que nosotros damos y al que el cliente tradicionalmente está habituado”.
Hay además una cuestión más general que no sólo le preocupa, sino que se podría decir que incluso le indigna: “Si hay algo inquietante es el discurso de la contaminación, porque quieren hacernos creer que por conducir un coche de cinco o seis años estamos cometiendo un crimen. Y la realidad es que tenemos un modo de vida, con un nivel de confort y necesidades, que no se podría sostener sin los elementos que manejamos ahora. ¿Dónde nos quieren llevar? Me preocupa el nivel de clase política que tenemos, francamente me parecen aprendices, ausentes de la realidad, porque no han tocado el mundo de la empresa en su vida, ni saben lo que cuesta ganarse un salario honradamente con las manos y poniendo la mente a trabajar. Y sin embargo son los que nos marcan por dónde debemos caminar y cómo hacerlo, lo que podemos o no pisar. Por el contrario, les gusta vivir confortablemente, viajar en coche y avión, pero luego su discurso es otro. Esto me preocupa mucho más que los filtros de MANN me lleguen o no a tiempo, que si hace falta ya buscaremos un compresor para limpiar los usados…”.
› Próximamente, parte 2: ‘Concentración’
