Mikel Equiza, director comercial de Metalcaucho, ve un futuro a corto plazo con pocos cambios para el sector en cuanto a la materia prima con la que trabajarán las empresas -el parque sufrirá muy pocos cambios-, aunque considera que la concentración pondrá en jaque a muchas de ellas: “El que no reaccione puede quedarse en la estación o en el vagón de cola”. Su mayor preocupación: las políticas que se están adoptando en materia de movilidad y que podrían poner en riesgo el tejido industrial del automóvil en España.
¿Cómo definiría el año 2022 para el sector de la posventa?
Aun con todas las dificultades que hemos tenido en el sector por la inestabilidad tanto política como social a nivel mundial, con los continuos problemas en la cadena de suministro y enfrentamientos bélicos, desde Metalcaucho estamos muy satisfechos de cómo se ha comportado el mercado a nivel general, y especialmente el español. El mercado ha demostrado una gran madurez para afrontar todos estos problemas y a pesar de ellos seguir creciendo.
¿Cómo ve el futuro a corto plazo? ¿A qué nos enfrentamos?
A corto plazo veo una situación estable o de crecimiento para la posventa. El escenario provoca un parque de coches cada vez más antiguo y con poco remplazo. Además, la penetración del vehículo eléctrico no está representando unas cifras altas, por lo que a corto plazo lo veo tranquilo. Nos enfrentamos a una situación muy compleja y desconocida, como es un cambio en el modelo de las piezas de recambio a medio-largo plazo, y hay que prepararse para el futuro, pero sin olvidar en ningún momento que vivimos del presente y será así por muchos años.
¿Qué le preocupa?
El cortoplacismo de las decisiones políticas que se están tomando. En el caso del sector de la automoción, estas decisiones no son ni realistas ni realizables, por lo que se genera una incertidumbre y una gran inestabilidad en un sector que representa un porcentaje muy alto en el PIB del país. No podemos poner en riesgo un tejido industrial histórico como el de la automoción con decisiones sin un análisis completo y basándose en una mínima parte de lo que representa el impacto de sus decisiones.
¿Cree que va a cambiar algo en el mercado en un futuro próximo?
Drásticamente. En cuanto a consolidación, tanto de fabricantes (oferta) como de distribución, cada vez habrá menos jugadores en el tablero, pero de mayor volumen, y será así a nivel nacional e internacional. Y lógicamente hay que adaptarse a este cambio. El que no reaccione puede quedarse en la estación o en el vagón de cola. Al margen de esto, el tipo de demanda de piezas de reparación va a ir cambiando. Esto no será tan drástico, pero el plazo de adecuación del fabricante sí es largo, por lo que las decisiones de hoy marcarán el futuro.
¿Optimista? ¿Pesimista? ¿Ve el vaso medio lleno o medio vacío?
Ni optimista ni pesimista, realista. El panorama es cambiante, y será diferente, lo que no quiere decir que sea malo. Siempre hay miedo a lo desconocido, pero hay que enfrentarse a ello, por lo que hay que prepararse lo mejor posible. Las nuevas generaciones del recambio serán diferentes en todo lo relacionado con la gestión y su manera de relacionarse con el mercado.
¿Qué están haciendo en su compañía?
Desde que en el año 2020 formamos parte del grupo americano BBB Industries, empresa especializada en el desarrollo, producción y distribución de piezas nuevas y remanufacturadas para el mercado de recambios de automoción, en Metalcaucho estamos en constante proceso de mejora en todos los aspectos: calidad, servicio y gama, como demuestra la incorporación de nuevas familias de producto clave, como por ejemplo las 145 referencias de cremalleras de dirección durante este año 2022. Con la suma de nuevas empresas y marcas europeas, el grupo BBB -y también Metalcaucho-, está creciendo y se presenta más fuerte y cohesionado que nunca para adaptarse a este cambio de escenario.
