Las patronales de fabricantes de vehículos y componentes, Anfac y Sernauto, y las de la distribución y comercialización de vehículos, Faconauto y Ganvam, se han reunido con el Gobierno para presentarle su plan de choque de medidas urgentes para la reactivación y recuperación del sector del automóvil, fuertemente afectado por la pandemia del coronavirus.
Tanto el Gobierno como las asociaciones han coincidido en la importancia del sector en España y en la urgencia de poner en marcha medidas para revertir el impacto que está teniendo sobre él la pandemia.
Este plan tiene como objetivo principal, dicen, impulsar la reactivación del sector del automóvil -que representa el 10% del PIB y el 9% de la población activa-, dado que, a causa del Covid-19, el grueso de su cadena de valor se ha visto paralizado desde el principio del estado de alarma y sólo han recuperado “levemente” su actividad algunas fábricas, pero no la comercialización ni los talleres más allá de los servicios de emergencia.
En este sentido, las asociaciones han trasladado al Ejecutivo que la recuperación “necesita de un apoyo, coyuntural pero potente, que acorte la crisis y nos permita la más rápida recuperación posible”. Asimismo, han subrayado que se necesitan medidas coyunturales, pero de gran impacto, es decir, “medidas de choque, concentradas y con un doble impacto de recuperación del mercado y de la actividad industrial”.
A este respecto, tanto el Gobierno como las asociaciones han coincidido en la importancia del sector en España y en la urgencia de poner en marcha medidas para revertir el impacto que está teniendo sobre él la pandemia. Así, a corto plazo, las patronales resaltan que, como prioridad, hay que centrarse en asegurar las aperturas y reactivar la demanda, y garantizar la liquidez del tejido empresarial del sector y profundizar en medidas de flexibilidad laboral. Por otra parte, a medio plazo, proponen abordar un cambio en la fiscalidad del automóvil y llevar a cabo medidas para promover la inversión y la Industria 4.0.
Por su parte, el Gobierno -en este caso, Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico; Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, y Manuel de la Rocha, director del Departamento de Asuntos Económicos en Gabinete de la Presidencia- han reconocido, según explican las asociaciones en un comunicado conjunto, la necesidad de adoptar una serie de medidas urgentes para que el sector “siga teniendo un papel relevante en la economía y la sociedad española, mantenga su competitividad y el importantísimo empleo que genera, y sirva de efecto tractor para muchas otras actividades empresariales”.
Las voces de las patronales
En concreto, a los ojos de los representantes de las asociaciones Anfac, Sernauto, Faconauto y Ganvam, hay que establecer medidas urgentes para la recuperación lo antes posible del sector del automóvil. Por ejemplo, Raúl Palacios, presidente de Ganvam -asociación nacional de vendedores de vehículos a motor, reparación y recambios-, quiere dejar claro que “si no se garantiza de forma ágil la liquidez del sistema productivo en general y de nuestras empresas en particular la deuda pública puede subir hasta el 115% del PIB por el efecto de los impagos”. Por eso, según Palacios, han planteado “medidas complementarias para garantizar el flujo de caja, como líneas de crédito blando específicas para la automoción al estilo de las que ya existen para el turismo; o el aplazamiento de la liquidación de impuestos, ampliando el límite actual de facturación para que las pymes del sector podamos acogernos, ya que, aunque por el coste medio que tienen los vehículos, nuestra facturación parezca elevada en volumen, trabajamos con márgenes muy reducidos, de menos del 1%”.
A su vez, entre las medidas propuestas, la presidenta de Sernauto -asociación española de proveedores de automoción-, María Helena Antolin, hace hincapié en la importancia del “impulso de la inversión y la industria 4.0, con especial énfasis en aquellas que nos permitan mantener e incrementar las inversiones en innovación, tanto de producto como de procesos”. Antolin considera que se trata de “una palanca vital para nuestra competitividad y que al mismo tiempo posibilitará avanzar con más rapidez en el proceso de transición tecnológica y medio ambiental en el que se encuentra el sector y al objeto de cumplir con los objetivos normativos establecidos por la UE”.
Según el presidente de Anfac -asociación española de fabricantes de automóviles y camiones-, José Vicente de los Mozos, nuestro país tiene que seguir el ejemplo de otros países europeos, “que ya están poniendo en marcha estas medidas y lanzar así un mensaje, también a las casas matrices internacionales, de que España es un país que se preocupa por su industria de automoción, que cuida sus fábricas y vela por su mantenimiento y competitividad”.
Por su parte, Gerardo Pérez, presidente de Faconauto -patronal de concesionarios- asegura que, ante una situación tan excepcional como en la que estamos inmersos, “la recuperación de la demanda ha de hacerse a través de medidas para dar confianza a los clientes e impulsar el mercado, lo que permitirá, al mismo tiempo, que muchos de nuestros trabajadores salgan lo antes posible de los ERTEs a los que nos hemos acogido”. Asimismo, subraya que “un cambio en la fiscalidad también sería clave para que llegara esa reconstrucción, porque permitiría que el mercado del automóvil entrara en otra dinámica, propiciando la renovación del parque y una aceleración en la llegada de vehículos de energías alternativas”.
